Guillermo Molinari
Terrorismo urbano atenta contra el sistema educativo peruano
Es necesaria una intervención más integral desde el sector Educación
En las últimas semanas todos hemos sido testigos de cómo se viene enfrentando el terrorismo y la violencia política y urbana reduciéndolo a un tema delincuencial. ¿Cuál es la diferencia entre las acciones del MRTA y Sendero cuando secuestraba o ponía bombas en las instituciones públicas y privadas? ¿La extorsión, secuestros y amenazas utilizando granadas, atentando contra la población, son solo actos delincuenciales?
Frente a esta situación ¿qué plantea el Estado como política educativa? ¿Cómo lo aborda y operativiza el sector educación? Se mantiene el tratamiento en los colegios sobre el tema del terrorismo de Sendero y el MRTA bajo el discurso de sectores caviares y trasnochados, que indican que lo se vivió en el Perú fue un conflicto armado, aduciendo que estas acciones se dieron principalmente en las zonas Rurales eludiendo mencionar Tarata y los ataques a las comisarias, buses con militares y ataques a medios de comunicación, verdades distorsionadas y recortadas.
Estas “verdades distorsionadas y recortadas” las podemos apreciar en el documento de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), en su conclusión N.º 22, señaló: “La CVR ha encontrado que el PCP-SL se aprovechó de ciertas instituciones del sistema educativo como principal cabecera de playa y que, a través de ellas, logró expandir su prédica y captar núcleos minoritarios de jóvenes de uno y otro sexo en diferentes partes del país…”. (CVR 2003: VIII, 356). Dicha situación tuvo consecuencias y ha contribuido a extender un manto de desconfianza hacia maestros y maestras, y llevó al Ministerio de Educación, en un primer momento, a prohibir que se hablara sobre el conflicto en las aulas.
La Educación apreciados lectores no solo es un fenómeno social, pedagógico, cultural, económico es fundamentalmente un fenómeno ideológico y político; es por ello que PCP-SL en su momento se infiltra en las escuelas, institutos y universidades. El concepto de “ideología”, aparte de emplearse en contextos discursivos y lingüísticos muy diversos, García Carrasco (1985, 58) entiende en el término tres vertientes significativas fundamentales: ciencia de las ideas, pensamiento deformador-deformante y concepción del mundo. Es en esa línea que el terrorista Abimael Guzmán asume que era fundamental entrar en el sistema educativo, por ello no hemos de olvidar, entre otras cosas, que en el discurso educativo o pedagógico, cualquiera que sea, subyace siempre un discurso de carácter ideológico, cuando no ocurre que es éste el que realmente sustenta, justifica o genera la concepción del mundo que se quiere; en tal sentido no podría concebirse una educación neutral y aséptica, «la educación es un fenómeno ideológico» (Santos, 2002, 31) que conlleva un discurso y una acción de naturaleza eminentemente ideológicos; o que, finalmente, en la “política educativa”, la “ideología” llega a adquirir un valor de singular relevancia, cuando no la impregna por completo.
Lo real y verificable es que, a lo largo del tiempo, sabemos que diferentes grupos políticos han pugnado por ejercer su dominio en el campo de la educación amparándose y adoptando como soportes sus particulares concepciones y perspectivas.
Los principales objetivos de Sendero Luminoso se centraron en actos dirigidos a subvertir total o parcialmente el orden político constituido y ponerlo en peligro, destruir el orden constitucional, alterar la seguridad y el orden público con fines políticos o sociales. Sendero Luminoso contaba con una finalidad, objetivo o proyecto político. La tarea principal fue la de preparar la insurrección como una labor de largo plazo, y la directiva, tomar barrios y barriadas como bases para preparar la resistencia, en este esquema ubicaron a las escuelas como principal objetivo.
Por ello debemos señalar que frente a esta situación no basta con señalar que los docentes que hagan proselitismo político en nuestras escuelas serán retirados, aspecto que se plantea de manera clara respecto a que todo acto de proselitismo político en colegios constituye una falta grave según el reglamento de la Ley N° 28988, ley que declara la Educación Básica Regular como Servicio Público Esencial.
Por tanto, directores y subdirectores tienen el deber de garantizar que las instituciones educativas públicas no sean centros de proselitismo político y/o sindical.
Actualmente tenemos este fenómeno social de terrorismo urbano que le está haciendo un gran daño a la seguridad ciudadana y la mejora de la convivencia social, acciones que atentan contra los derechos de las personas y seguridad ciudadana, cargados de xenofobia y acciones delincuenciales, que en varios distritos las escuelas y sus estudiantes se encuentren amenazados
Toda esta realidad requiere de una intervención más integral desde el sector educación en la que se ponga énfasis en una propuesta de Currículo Nacional que plantee como línea la formación del futuro ciudadano la apuesta por una sociedad democrática y la defensa de los derechos humanos, un proceso de ingreso a la carrera pública que implique evaluación del estado de su salud mental y revisión exhaustiva de los antecedentes policiales, judiciales y penales; asegurar que los programas de formación y capacitación docente apunten a la esencia de los principios y valores establecidos en nuestra constitución política. Un aspecto no menos importante es el establecimiento de coordinaciones con los Ministerios del Interior y de Defensa recogiendo sus aportes en el enfoque de una Formación Ciudadana Activa y con el Poder Judicial para que las sentencia no sean revocadas. Finalmente, el cambio y reajuste de los contenidos de los textos escolares sobre la base de un CNEB corregido, y prácticas metodológicas y didácticas que desarrollen principios y valores democráticos.
Es necesario e imprescindible comenzar con los cambios y ajustes en el actual Currículo Nacional de la Educación Básica, frente a una sociedad:
- Con déficit de valores y con graves situaciones de corrupción se requiere desarrollar valores y actitudes.
- Donde la violencia contra la mujer es cotidiana, se requiere promover el respeto y valoración de la igualdad entre varones y mujeres.
- Marcada por la violencia social que pone en riesgo la construcción democrática de nuestro país, es fundamental el análisis crítico de la violencia terrorista y urbana para construir la paz.
- Caracterizada por el avance de la ciencia y tecnología, exige profundizar en conocimientos y en el desarrollo de las capacidades.
En el Perú, el terrorismo no sólo está tipificado como delito de traición a la patria, sino que además dichos actos constituyen violaciones contra los Derechos Humanos a la mayor parte de los peruanos. Las transgresiones a los Derechos Humanos perpetrados por los terroristas también transgreden los límites nacionales infiltrándose en otros Estados, desprestigiando la imagen externa del país.
En el año 2016, Klinger Medrano García (alumna de la I.E. José María Arguedas Nº 45) escribió la historieta titulada “Un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla”, donde se narra en un salón de clases sobre el periodo de violencia política de los ochenta y dos mil. Este trabajo se realizó como parte del Concurso Nacional de Historietas sobre Derechos Humanos que fue realizado por la Comisión Multisectorial de Alto Nivel (CMAN).
En los últimos años, 84 docentes han sido separados de las aulas al estar sentenciados por terrorismo, sin embargo, el mismo Poder Judicial restituyó a dos profesores en el 2022 y 2023, por lo que se dispuso que la Procuraduría apele estos fallos para garantizar la seguridad de los escolares.
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