Saga Dark Souls: la llama que ilumina la oscuridad de la mente

De manera inesperada, un videojuego ha emergido como una herramienta potencialmente útil para combatir trastornos mentales como la depresión. A pesar de su ambientación sombría y su alto nivel de desafío, la saga Dark Souls brinda al jugador un nivel de resiliencia y superación personal que para muchos puede tener un alto grado de efectos terapéuticos.

Lanzando su primera edición en el año 2011, la trilogía de juegos Dark Souls –del creador Hidetaka Miyazaki y la desarrolladora FromSoftware– ha sido aclamada por la crítica como una de las mejores sagas de videojuegos creadas en la historia. Se juegan desde una perspectiva de tercera persona y se centran en explorar entornos interconectados mientras luchas con enemigos utilizando armas y magia. A lo largo de este camino se presentan jefes, que incrementan su dificultad gradualmente mientras avanzas en la historia interactuando con personajes no jugables. Además, a lo largo del camino encuentras puntos de guardado, llamados “hogueras”, donde el personaje puede reponerse con el poco de luz que da dentro de este mundo oscuro y sombrío.

Antes de entender cómo esto se relaciona con los trastornos mentales, hay detalles que tomar en cuenta para relacionar y entender mejor lo que Dark Souls trabaja en una persona.

En la década de 1980 se aceptó la Teoría de la Autodeterminación, planteada por Edward L. Deci y Richard Ryan. Esta teoría se refiere a la motivación que hay detrás de las decisiones de la persona sin influencia externa e interferencia. Se centra en cómo el individuo es automotivado y autodeterminado. Deci y Ryan plantean tres necesidades psicológicas que motivan a uno mismo: la competencia, que es la búsqueda del control de una experiencia; la autonomía, referida a que la persona necesita sentir que controla sus propios comportamientos y objetivos; y por último la relación, que se centra en experimentar un sentido de pertenencia.

Pero ¿cómo algo que se ve tan decadente y se escucha tan triste ayuda a combatir este estado de depresión? El mundo de Dark Souls, para muchos jugadores, es un reflejo de la situación que viven. Comienzas el juego desde lo más bajo, sin las herramientas para forjar tu camino. Pero desde la primera vez que pierdes, el juego te enseña la primera moraleja: fallar es algo positivo. Este punto de partida es lo que constantemente pasará en el juego. Vas a perder, vas a fallar, pero no es el final. Vas a seguir teniendo las oportunidades para levantarte y desarrollar tu propia técnica de aprendizaje para vencer a ese enemigo que, a primera instancia, es potencialmente más fuerte que tú.

A pesar de ser un juego que durante la mayor parte del tiempo se juega de manera individual, hay momentos específicos en los que puedes jugar con otros jugadores. Y esta es la segunda moraleja que nos da el juego: cuando un problema te supera como ser individual, recuerda que no estás solo y puedes pedir ayuda. Durante la aventura en la que la persona se adentra, van a haber enemigos significativamente más fuertes que los anteriores y pueden llegar a causar cierta frustración. En estos momentos son en los que el jugador puede invocar a otros jugadores para vencer a estos colosos. Esta llamada de auxilio puede hacer la diferencia entre seguir con tu camino o seguir estancado por más tiempo.

Por último, y la moraleja más importante que da el juego: la superación personal. Con lo planteado antes, se puede entender que la saga Dark Souls no es un camino fácil para el jugador. Se ponen muchos desafíos, una ambientación oscura y tétrica y muchas veces la soledad de ser el único que lucha contra un mundo infestado de seres malignos. Pero cuando logras vencer a ese enemigo que te llevó gran cantidad de intentos y horas, cuando logras llegar al final del camino y enciendes esa llama que alumbrará al mundo nuevamente, sientes una satisfacción diferente. Una satisfacción de haber superado las adversidades que este mundo ficticio te pone enfrente. Haber logrado todo gracias a tu voluntad de seguir adelante, voluntad de entender por qué estás fallando y corregirlo. Y saber que el esfuerzo que realizas para avanzar no es en vano.

La saga Souls es la metáfora más acertada dentro del ambiente de los juegos sobre los problemas que una persona con algún trastorno mental, como la depresión, puede pasar. Pero también te da las herramientas para combatirla. Para muchas personas, los videojuegos son simplemente una actividad de ocio, que buscan simplemente dar una alegría momentánea para desconectarse de la rutina. Pero si se analizara un poco más en profundidad lo que realmente un simple juego de consola puede causar en la mente humana se entendería que siempre hay un propósito detrás.