Cecilia Bákula
Ruraq maki. Hecho a mano
Exitosa iniciativa cultural cumple 13 años
Fue en el 2007 cuando en el entonces Instituto Nacional de Cultura (INC) se tuvo la iniciativa de establecer una feria de exposición y venta de obras de los más destacados maestros artesanos del país. Todos hemos escuchado y repetido muchas veces que el Perú es un portento de creatividad, diversidad y excelencia en el trabajo. Hombres y mujeres se esfuerzan y esmeran por mantener vivas sus tradiciones y sus saberes ancestrales, recibidos como una hermosa herencia transmitida de generación en generación y que, sin duda, constituye el elemento fundamental de su identidad.
En esa oportunidad, hace ya más de 12 años, no imaginamos ni la acogida ni el éxito que ese empeño iba a tener. Se trataba de dar visibilidad “oficial” a artistas y artesanos y permitir un espacio en donde se hiciera no solo una exhibición de sus productos, sino una muestra del proceso creativo. Incluyendo aquellas expresiones que,al provenir de áreas geográficas muy lejanas, eran, sin duda, menos conocidas y no estaban en el radar de los circuitos comerciales. Era evidente que la venta de esos productos era también un objetivo central, proponiéndose precios justos, con ganancia absoluta y total para los creadores.
Es justo destacar la labor de algunas personas que desde entonces, con una tenacidad y perseverancia casi proverbiales, han mantenido el espíritu de ese esfuerzo inicial, y que lo han mejorado, incrementado y desarrollado hasta crear una especie de marca. Año a año, en julio y en diciembre, Ruraq Maki es una actividad esperada por los artistas y ansiada por el público en general. Por ello es que me refiero a Soledad Mujica, a cargo de la Dirección de Patrimonio Inmaterial, por su compromiso entrañable con el arte popular y sus creadores, y a Marisol Ginocchio quien desde su ámbito de trabajo, en el mundo de los museos, ha sido capaz de crear un concepto museográfico y expositivo para esta feria de peruanidad que en cada versión, nos trae novedades y hermosas creaciones, permitiendo que en la unidad de concepto, cada artesano disponga de un espacio que se convierte en la oportunidad de mostrar su mundo y su creación.
Mucho puede haber cambiado en el tránsito del Instituto Nacional de Cultura al a veces ampuloso Ministerio de Cultura, pero Ruraq Maki es un elemento sólido de excelencia en la acción y gestión culturales, habiendo logrado, inclusive, adecuarse a los sistemas más modernos de emprendimiento para establecer un enlace permanente entre el público y los artesanos a fin de que haya un catálogo permanente en línea, que facilita la oferta y las ventas durante todo el año y no solo los días de realización del evento.
Todo el esfuerzo realizado ha superado los objetivos y las motivaciones iniciales, pues se ha generado un compromiso institucional que supera la responsabilidad de una sola área. Ahora es indispensable la coordinación y estrecho trabajo desde la Dirección de Patrimonio Inmaterial, la Dirección Nacional de Museos, el Programa Qapaq Ñan y las Direcciones Desconcentradas de Cultura, a través de las que se garantiza la variedad, diversidad y calidad de los expositores en cada oportunidad.
El crecimiento y el afianzamiento de Ruraq Maki ha obligado al desarrollo de una labor de investigación que ha permitido la producción de documentales, publicaciones, catálogos y repertorios de artistas y artesanos que, a lo largo y ancho del país, muestran su más destacado espíritu creativo, sin dejar de lado su esencia particular y única.
Ya se ven los resultados. Y es interesante observar cómo técnicas que podrían haber desaparecido, productos que no llegaban al consumidor final, hoy se encuentran en excelente momento creativo. Se ve más de una familia que transmite y enseña en Ruraq Maki los valores de su saber tradicional y cómo ha pasado casi una generación de personas que estuvieron en la primera convocatoria, que lograron destacar y hasta tener reconocimiento como “Personas Meritorias de la Cultura Peruana”. Y a pesar de que algunos de ellos ya no están con nosotros, su huella se sigue con paso firme, respeto y admiración.
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