Martín Taype
Pobreza devasta al Perú
Según datos proporcionados por el INEI
Uno de los problemas afligen a los países fundamentalmente sub desarrollados es el de la pobreza y extrema pobreza, y durante décadas diversos gobiernos han buscado formas de erradicarla, algunos con mayor éxito que otros y es que la lucha contra la pobreza también ha sido objeto de múltiples promesas electorales de los candidatos presidenciales y tema de amplio debate en los ámbitos políticos, académicos, de gremios empresariales y sindicales, y actualmente en plena pandemia del Coronavirus Covid 19, el golpe que sufren los países con índices relevantes de pobreza en población es devastador, para efectos de ilustrar este tema veamos la situación en Perú.
En el año 2020, la pobreza monetaria afectó al 30,1% de la población del país, incrementándose en 9,9 puntos porcentuales en comparación con el año 2019; así lo informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En los últimos cinco años la población en situación de pobreza aumentó en 8,3 puntos porcentuales. Según Nota de prensa N° 067 de fecha 14 de mayo del año en curso publicada por el INEI en su página web www.inei.gob..pe.
En la citada publicación se expresa que la Línea de Pobreza es el equivalente monetario al costo de una canasta básica de consumo de alimentos y no alimentos, que para el año 2020 asciende a S/ 360 mensuales por habitante, la persona cuyo gasto mensual es menor a S/ 360 es considerada pobre; para una familia de cuatro miembros el costo de una canasta básica de consumo es de S/. 1,440 mensual. Asimismo, la Línea de Pobreza Extrema, considera a la población cuyo gasto por habitante no cubre el costo de la canasta básica de consumo alimentaria, que para el año 2020 se calcula en S/ 191 mensuales por persona, considerándose pobres extremos a las personas cuyo gasto mensual no cubre el valor de la canasta básica de consumo alimentaria; para una familia de cuatro miembros asciende a S/. 764 mensual.
La medición de la pobreza en el Perú se efectúa a través del gasto, ya que esta variable se aproxima a una cuantificación de los niveles de vida de lo que las personas y los hogares consumen, compran y adquieren. Según ámbitos geográficos, la pobreza afectó al 45,7% de la población del área rural y al 26,0% del área urbana; incrementándose en 4,9 puntos porcentuales y 11,4 puntos porcentuales, respectivamente; al compararla con el año 2019.
Por ello la actual pandemia agudizó la pobreza en el Perú y está devastando a nuestro país tanto en salud y vida como en términos económicos, con alrededor de dos millones de infectados y de doscientos mil muertos a la fecha, ubicando a nuestro país entre los países del mundo con mayor cantidad de infectados y el primero en el mundo en decesos por millón de habitantes, ello debido a la irresponsabilidad de los diversos gobiernos que ha tenido nuestro país desde hace muchas décadas en no proveer a nuestra población de infraestructura y equipamiento médico adecuado y suficiente, así como de adecuadas políticas de aseguramiento de salud, educación, condiciones de vivienda, donde muchos peruanos carecen de los servicios básicos de agua y electricidad, lo cual viene produciendo una terrible catástrofe humanitaria.
Además, debemos tener presente que ninguna vacuna cubre al 100% del Covid-19, por lo que el riesgo de contagiarse existirá aun cuando la gran mayoría de la población esté vacunada, el virus estará siempre presente con nosotros y mutando constantemente con nuevas cepas.
No se trata de entrar en el dilema entre la economía y la vida. No podemos flexibilizar las restricciones sanitarias, hacerlo sería exponer a las personas a un contagio masivo y, por ende, también a un crecimiento exponencial de decesos. Hay actividades que definitivamente no pueden trabajar como antes de la pandemia, como aquellas que impliquen riesgo de aglomeraciones. Muchas empresas tienen que reinventarse y adaptarse al nuevo contexto.
¡Basta ya de engañar al pueblo peruano!, ¡No flexibilicemos las medidas de bioseguridad!, ¡La salud y la vida es lo más importante, sin ella no habrá reactivación económica!
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