Darío Enríquez

Persecución política en el siglo XXI

Lo que sucede hoy en el Perú y el mundo

Persecución política en el siglo XXI
Darío Enríquez
28 de noviembre del 2018

 

Atrás quedaron los ecos de antiguas revueltas, sublevaciones y golpes de Estado perpetrados a sangre y fuego. Eso ya no sucede en el mundo de hoy, ni siquiera en las zonas más conflictivas del planeta, salvo escenarios de guerra. Tú lo sabes. Hoy los métodos son otros y los resultados muestran mayor eficacia que antaño. No necesariamente implica que tengas mayor conciencia democrática, pues al menos en el Perú y en muchas partes del mundo, las tendencias autoritarias siguen teniendo vigencia, en parte alimentadas por tu desconocimiento, acaso tu ignorancia o una muy conveniente indiferencia “mientras no me afecte”, pero también —sobre todo— porque la raigambre democrática e institucional es escasa en nuestro país. A ti te da igual.

Tú lo sabes. La persecución política del siglo XXI se sustenta en el control de medios, la demolición mediática de adversarios políticos y su judicialización desde un aparato estatal al servicio de los poderes fácticos. En los noventa, el llamado “fujimontesinismo”, si bien tomó el poder con un autogolpe de corte “clásico”, gozó de inmensa popularidad en forma inmediata —recuerda que tú apoyaste el cierre del Congreso y diste vivas “al Chino”— y sus métodos tanto de control mediático como de demolición y judicialización de sus adversarios fueron plenamente confirmados luego de su caída en el 2000. Tú pretendes negarlo, pero la realidad es más fuerte que el poder del mundo entero. Una lógica similar está instalada hoy en el Perú y vamos a revisarla juntos en las próximas líneas. Allá, al final del camino.

Te preguntas contrariado tratando de justificarlo: ¿Acaso el Gobierno cuenta a su favor con el control de medios? Empezaré diciéndote que hoy como en los noventa, se hace evidente un curioso fenómeno: la inmensa mayoría de Medios está alineado con el gobierno. Dato de la realidad que resulta innegable. Ni tú te atreves a negarlo. Los mecanismos que hacen aparecer al Gobierno elucubrando desde el control de medios, son comparables a los que aplicó el fujimontesinismo, pero sin duda son mucho más eficaces. Eso sí, tanto a ti como a mí nos cuesta trabajo imaginar que el presidente Vizcarra pueda presionar directamente al #CartelMediático que hace y deshace en el Perú de hoy, pero no resulta tan inverosímil que suceda al revés. ¿Te das cuenta, no? Nuestro presidente —como propietario de una constructora local moqueguana sometida al poder de GyM y Odebrecht en los tiempos de la megacorrupción— mantenía ya en su momento una relación de sumisión respecto de los poderes fácticos. Te pregunto nuevamente, ¿Es que el gobierno cuenta a su favor con el control de medios? Sí, totalmente evidente y comprobado.

Tú insistes. Te brillan los ojos tratando de defender a tu Vizcarra, mi Vizcarra, nuestro Vizcarra. Dices sentencioso: “¡No me vas a decir que el gobierno está detrás de la demolición mediática de ciertos personajes que lo merecen!”. Buen punto, ya no te animas a negar lo evidente. Hay demolición mediática, que los medios aplican en forma disciplinada y sistemática a personajes claves de la oposición al gobierno, gente “que lo merece”. Curiosa moral. Me pregunto: ¿Los medios lo harán por amor? ¿Tú qué crees?

Cada año, el gobierno transfiere a los medios por publicidad estatal, desde la discrecionalidad del ejercicio diario de su poder (léase “como les da la gana”), doce veces lo que cuesta mantener el Congreso de la República. ¡No una, ni tres, ni cinco, sino doce veces! ¿Crees que los medios van a arriesgar ese ingreso poniendo de mal humor a quien decide el pago de esa enorme cantidad de dinero? Ya pues, no sigas negándolo. Los del #CartelMediático no solo “revientan cuetes” a todo lo que haga el Gobierno, sino que pulveriza mediáticamente a todo personaje incómodo al poder gubernamental. ¡Y hacen que parezca “accidente”! ¡Cualquier parecido con el accionar de una Mafia, no es coincidencia!

Sólo te queda negar la judicialización de los adversarios políticos y su complemento, la protección de los propios. A ver. ¿Te das cuenta que se aplican perversos principios de presunción de culpabilidad y criminalidad de la acción política sólo a la oposición? Mientras obran abundantes pruebas, indicios y evidencias en contra de los amigos del gobierno, éstos están tranquilos disfrutando lo mal habido y no hay ninguna acción judicial contra ellos. ¿Qué ya les llegará la hora? ¡Qué conveniente! ¡Qué casualidad! ¡Sólo tienen tiempo para encausar en contra de opositores y los encarcelan “para investigarlos”! Ponte serio, eso de que “a Keiko la condenaron en un juicio que yo vi por TV” es grave. Caíste redondo. No fue un juicio, sino una audiencia de prisión preventiva. Se hizo el montaje mediático perverso, alevoso y ventajista.

Todo lo que el fiscal ha dicho “en el juicio” (que acabas de enterarte no fue un juicio aunque hicieron todo lo posible para que lo pareciese, como casi todo en la TV) ni siquiera tiene el rigor de una hipótesis estructurada y bien construida, son sólo meras especulaciones, cuando no abiertas e intencionales falsedades. El Juez no cumple con su deber de mantenerse equidistante entre el fiscal y la defensa, sino que se hace cómplice de aquél para aniquilar judicialmente a enemigos políticos del gobierno. Juntos –fiscal y juez- han destruido los principios jurídicos más elementales. Las graderías del circo romano aplauden que los leones devoren a los cristianos ¡Han encarcelado una docena de personas aplicando la presunción de culpabilidad en un delito que aún no está tipificado con claridad y es probable que no pueda ser llevado a juicio firme. ¿Dices que esas personas merecen la cárcel? ¿Te das cuenta lo que estás diciendo?

Mira varón, muchachito del ayer, joven aún, señora, señorita. Por todos lados, desde instancias del poder instaladas en el gobierno, con Vizcarra como “hombre fuerte” (¿?) o como simple mayordomo de los que en verdad mandan, se estaría imponiendo un modelo autoritario posmoderno estatista que nos lleva aceleradamente a una deriva funesta que puede destruir todo lo avanzado desde las grandes reformas de los noventa. Despierta. Todos tenemos demasiado que perder y es asombroso que no hagamos nada al respecto. Ese cuento de los autoritarios en el gobierno que se auto declaran sinónimo de País, Estado y Nación, ese cuento sólo alcanza para los ingenuos, como tú ¿Te han hecho creer que enfrentar al gobierno es atacar al País, ser anti patria, no amar al Perú? Ya te están cocinando. La generación anterior nos entregó un país hecho mierda en 1990, no hagamos lo mismo con quienes merecen un mejor país para 2030.

 

Darío Enríquez
28 de noviembre del 2018

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