No pequemos de optimistas

En principio, tener una actitud optimista es bueno y saludable. Pero en temas de gestión pública debemos ante todo ser realistas y no pecar de optimistas, debido a que muchas veces el desconocimiento del ámbito de las competencias de la función pública puede traer graves errores y, ante todo, crear falsas ilusiones a los ciudadanos.

La ciudadanía tiene muchas expectativas con respecto a la próxima gestión de Jorge Muñoz Wells en la comuna de Lima. Según una reciente encuesta de Ipsos, publicada por el Diario El Comercio, el 63% aprueba la gestión que realiza como electo alcalde. Un 19% lo desaprueba y el 18% no precisa su respuesta. En las últimas semanas, pese a que aún no está en funciones, Muñoz ha hecho varias diligencias y reuniones para buscar soluciones a problemas urbanos como el caos en el transporte.

Según la encuesta, aplicada entre el 14 y 16 de noviembre, el 54% de limeños cree que su administración será más honesta que la anterior. Y el 60% considera que será más eficiente que la administración actual, a cargo de Luis Castañeda Lossio.

Considero que la población limeña, agobiada por los problemas de ciudad, está siendo demasiado optimista con respecto a la gestión que desarrollará el electo alcalde Muñoz, dado que muchos de esos graves problemas son legal y técnicamente imposibles de solucionar. Especialmente teniendo en consideración que las atribuciones de los alcaldes están claramente especificadas en la Ley 27972, Ley Orgánica de Municipalidades, que el ciudadano debería tener presente.

Por ejemplo, dos de los grandes problemas que agobian a la ciudad capital son la inseguridad ciudadana y el caótico tránsito vehicular. Ambos son técnica y legalmente imposibles de solucionar por el electo alcalde en base a las competencias que les corresponde de acuerdo a esa ley.

Definitivamente estos dos grandes problemas necesitan ser abordados y solucionados, pero no dependen exclusivamente de Muñoz Wells. Hay muchas entidades del Estado que tienen funciones incluso constitucionales para resolverlos. En todo caso, Muñoz podría coordinar con estas entidades las alternativas de solución; por citar dos casos, con la Policía Nacional del Perú (PNP), en el tema de la inseguridad ciudadana, y con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), en el tema del caótico tránsito vehicular.

En tal sentido, exhorto a los ciudadanos a ser realistas. Y a nuestro electo alcalde a realizar las coordinaciones correspondientes con las autoridades competentes, a fin de buscar una solución a los graves problemas que agobian a la ciudad de Lima. Y también para que desde el principio de su gestión deje en claro a los vecinos su “plan de gestión”, el cual tiene que ser realista y alcanzable desde el punto de vista legal y técnico, a efecto de evitar en todo momento alimentar falsas expectativas de la población limeña.

Y una vez más, no pequemos de optimistas.