Martín Taype
Millones de empleos se han perdido en el Perú
Según el INEI y como consecuencia de la pandemia
Es indudable el efecto catastrófico que viene teniendo la pandemia del Covid-19 sobre el empleo en el mundo y en nuestro país. En el segundo trimestre de este año, la población ocupada del país alcanzó los 10.27 millones de personas, cifra menor en -39.6% (-6.72 millones) en relación a igual trimestre del año anterior. Así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el informe técnico Perú: Comportamiento de los Indicadores del Mercado Laboral, elaborado con los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), publicado recientemente en la Nota de Prensa N° 117, del pasado 15 de agosto, en su página web www.inei.gob.pe.
En la citada Nota de Prensa, el INEI informó que en el trimestre en análisis la población ocupada del área urbana alcanzó los 6.75 millones de personas, lo que comparado con similar trimestre del año 2019 muestra una disminución del -49.0% (-6.47 millones). Además, la población ocupada del área rural totalizó 3.52 millones de personas, que al compararla con el segundo trimestre del año pasado, muestra una reducción del -6.5% (-245,500 personas).
Según región natural, en la costa la población ocupada se contrajo en -52,3% (-4.89 millones), en la sierra -24.3% (-1.35 millones) y en la selva cayó -22,9% (-480,900). Por ramas de actividad, el empleo en la actividad de construcción se redujo en -67.9% (-636,400), seguido por pesca en -59,4% (-57,900), manufactura en -58.2% (-863,600), minería en -56,8% (-93,600), servicios en -56,6% (-4.17 millones) y comercio en -54,5% (-1.74 millones).
Con respecto al mencionado informe, se debe que, en efecto, el golpe ocasionado por la pandemia del Covid-19 ha sido devastador en el empleo. En tal sentido corresponde al Gobierno de turno tomar las medidas económicas más adecuadas para atenuar en algo el golpe, apoyando fuertemente la reactivación económica, con mayor incidencia en las micro y pequeñas empresas (mypes), que son las mayores generadoras de empleo, y a las entidades financieras orientadas a apoyar a este sector en nuestro país. Pero teniendo presente siempre que primero está salvaguardar la salud y vida de las personas. Por ello se deben tomar todas las medidas de protección y prevención de contagios de esta terrible pandemia.
En cuanto al funcionamiento de las instituciones públicas y privadas, el uso de herramientas tecnológicas como el teletrabajo vienen siendo de mucha utilidad y eficacia, por lo que se deberían masificar en todas aquellas actividades en las que puedan ser aplicables. E incluso después de levantado el estado de emergencia sanitaria. Esta última es una decisión que debe ser tomada de manera técnica y objetiva, dado que la inmovilización y el distanciamiento social son un medio eficaz para contener el contagio masivo de esta pandemia. Y debe necesariamente ir acompañada por el acatamiento responsable de la población y el refuerzo del sistema de salud, lo que incluye infraestructura, equipamiento y recursos humanos médicos, dado que la vacuna contra el coronavirus puede tardar al menos un año en estar disponible en nuestro país.
No se trata de entrar en el dilema entre la economía y la vida. Sin preservar la salud y vida de los trabajadores no se podrá reactivar la economía. Por lo tanto, no se puede hablar de flexibilizar las medidas para proteger a los trabajadores. Hay que cuidarlos al máximo porque son el activo más importante de toda organización.
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