Tino Santander
Los insurgentes
Efervescencia popular democrática llega a Lima desde los Andes
El viernes pasado asistí a una asamblea popular de dirigentes sociales y estudiantiles, en Puente Piedra. La reunión tuvo una agenda específica: La lucha por trabajo, seguridad, agua potable y desagüe.
Estábamos en una zona sin agua (el cilindro cuesta 10 soles, menos de los que pagamos por metro cúbico los que tenemos agua). Era una gran convocatoria para ser viernes y tenía un ambiente radical. No era la clásica reunión de conspiración insurgente de la década de los 80, al contrario, eran ciudadanos listos para luchar por mejores condiciones de vida en democracia.
Todas las intervenciones insistían en la urgencia de organizarse y de difundir sus necesidades urgentes. De pronto el endeble proscenio se oscureció y apareció el “Comandante Yaku” (agua). Los estudiantes y jóvenes arengaban ¡Yaku insurgencia! Era una película que ya había visto y vivido. Pensaba que no podemos volver al pasado.
Yaku, tomó el añejo megáfono y dijo: “compañeros dirigentes, compañeras y estudiantes, nosotros somos herederos de la rebeldía del primer libertador de América, Túpac Amaru, somos los que tenemos el deber de seguir luchando por la libertad y el progreso de nuestro pueblo. Tenemos que organizar un movimiento ciudadano integrado por las organizaciones populares, estudiantiles, agrarias, comunales, juveniles y sindicales de todo el Perú, sin ninguna distinción. Nuestro objetivo es agitar y difundir las necesidades del pueblo abandonadas por los gobiernos incompetentes”.
“Los peruanos estamos cansados de promesas incumplidas. Estamos hartos de políticos ineficaces y corruptos; de empresarios frívolos y anti patriotas; de falsos revolucionarios que viven de las ONGs financiadas por capitalistas extranjeros, de dirigentes que se venden por un plato de lentejas. Mientras los banqueros del FMI felicitaban al inepto gobierno nacionalista, en el Perú somos 10 millones que no tenemos agua ni desagüe; 84% de los campesinos no tienen títulos de propiedad ni crédito agrario; miles de pequeños empresarios son perseguidos por la Sunat que solo defiende a los poderosos.”
“Compañeros, son miles de jóvenes sin trabajo; millones de peruanos que sufren la contaminación ambiental de sus ciudades y ríos por no tener plantas de tratamiento de aguas servidas; somos millones de peruanos que nos defendemos como podemos de la delincuencia y de la corrupción policial; somos millones de peruanos que no tenemos hospitales, colegios ni carreteras de calidad; son 8 millones de peruanos que no tienen teléfono ni Internet y viven al margen del siglo XXI.”
“Los pobres del Perú utilizaremos todos los métodos a nuestro alcance para llegar a la conciencia de la ciudadanía. El Perú tiene que cambiar y construir un país con igualdad de oportunidades para todos. Desenmascaremos a los falsos revolucionarios que viven de la pobreza de miles peruanos; denunciaremos a quienes impiden la libertad y la creación de riqueza, identificaremos a los políticos que hacen de la política un vil negociado y que son productos del marketing”.
Luego agregó: “cada uno de nosotros se convierte en el comandante Yaku, y tiene que agitar y difundir las necesidades del pueblo, en todos los espacios y medios posibles. Les pido a los jóvenes creatividad en la lucha democrática por los pobres del Perú”.
Esta es una movilización ciudadana que empezó en el campo silenciosamente y que está llegando hoy a los sectores populares limeños, a los jóvenes clasemedieros, que son quienes impulsan con mayor vehemencia este movimiento. Ha surgido el comandante Yaku que agita la conciencia del pueblo.
Por: Tino Santander Joo
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