Los deepfakes políticos degenerados por IA

Ahora es posible falsificar la imagen y la voz para publicar videos o mensajes engañosos generados por inteligencia artificial. Los llamados deepfakes están en boga, superando a las fake news (noticias falsas) que ya hacen mucho daño en tiempos electorales. ¿Qué sucederá, por ejemplo, el próximo año durante las campañas para las elecciones presidenciales en Estados Unidos? Google ha sido la primera gran empresa de tecnología en anunciar nuevas etiquetas para los anuncios políticos engañosos generados por IA. Y algunos legisladores estadounidenses exigen a las plataformas de redes sociales –como X, Facebook e Instagram– que hagan lo mismo.

Está totalmente justificada la preocupación, pues la ausencia de transparencia sobre este tipo de contenidos, en los anuncios políticos, podría conducir a la más peligrosa avalancha de desinformación. Especialmente en plataformas que son muy solicitadas por los votantes para conocer a los candidatos y enterarse de los problemas que abordan y de las promesas que proliferan.

Esta presión sobre las empresas de redes sociales va acompañada de una iniciativa parlamentaria federal para regular los anuncios políticos generados por IA . Proyectos de ley circulan para exigir etiquetas cuando los anuncios electorales contengan imágenes o videos generados por IA. La gente tiene el derecho avalado por la Primera Enmienda de poner cualquier contenido en las plataformas de redes sociales. Pero deben asegurarse de incluir un descargo de responsabilidad, y de que los electores sepan que se trata de una invención; de lo contrario se estaría atentando severamente contra la información para ejercer el derecho de sufragio con libertad y criterio.

Es el mínimo indispensable. Aunque deberían ser las principales plataformas las que den el ejemplo, debido al desorden que puede surgir del engaño y que dejaría sin confianza un proceso electoral. Google ya ha dicho que en este mes de noviembre comenzará con sus exigencias de exención de responsabilidad clara sobre cualquier anuncio electoral generado por IA que altere personas o eventos en YouTube. Una política que aplicará en EE.UU. y en otros países donde la empresa recibe y debe verificar anuncios electorales. Meta, matriz de Facebook e Instagram, todavía no tienen reglas específicas para los anuncios políticos generados por IA. Pero su política restringe el audio y las imágenes “falsificadas, manipuladas o transformadas” utilizadas para desinformar.

Evidentemente nada es suficiente cuando se trata de proteger la verdad y de impedir que los deepfakes relacionados con los candidatos proliferen sin control. Se puede prohibirlos con excepciones, como parodias y sátiras de uso costumbrista. Pero el problema recién comienza. Y llegará a nuestros países ¿Cómo podrán los electores detectar la falsedad y encontrar la diferencia?

La inteligencia artificial no puede todavía ser regulada ni siquiera en las instancias supranacionales como la ONU o la Unión Europea. Pero se sabe sobre lo peligroso de sus efectos en el derecho a la información.