Leer encuestas

El viernes la portada de un diario local nos sorprendió con una encuesta que parecía concluir con lo siguiente: “George Forsyth y Jorge Muñoz encabezan lista de los nuevos presidenciables”. En la versión web, se lee tras ese título, en la bajada: “Burgomaestres se perfilan como los favoritos para las elecciones del 2021” (Hay una desvinculación lógica entre la bajada y el título web, ellos no son necesariamente los favoritos para ganar). Dicen que el objetivo era acercarse a todos los personajes seleccionados por los valores que (supuestamente) el público aprecia y ellos encarnan.

En la lista prefabricada George Forsyth, alcalde de La Victoria, ganaba lejos. Lo seguían Jorge Muñoz, Salvador del Solar, Raúl Diez Canseco, Alberto Beingolea, Susel Paredes y Roque Benavides. Ellos encarnarían, según el criterio del diario, “la democracia y el diálogo”. Quizás una encuesta sin nombres a la vista nos hubiera mostrado el hartazgo radical y sorprendido con algún “antisistema” excluido de la lista. Habría que rastrear las preferencias por Antauro o personajes similares en el interior antes que la ola nos tape. O la suerte que podría tener un personaje de la farándula si salta desde el trampolín del descontento.

No sabemos cómo le irá a Muñoz en tres años, pero la Vía Expresa será caminar sobre tejado. Raúl Diez Canseco obtiene vitrina en la encuesta, pero ¿por qué no otro aspirante de AP? ¿No que AP cumple bien las internas? ¿Y Solidaridad? ¿Y el fujimorismo? ¿Algo nuevo a la derecha? Esta pretendida novedad esconde sin justicia las sostenidas preferencias actuales para ganar la elección: Julio Guzmán, Verónika Mendoza, Alfredo Barnechea y otros.

Las encuestas son un termómetro serio cuando no se dedican a jugar con el inconsciente. También pueden convertirse en publicidad previa, relativizando las preferencias. En un país en el que la corrupción y la indignación tocan fondo, no extrañaría que estas nos sirvan a algunos para conocer el rechazo a los personajes que precisamente figuran en la ficha. El diario señalaba que George Forsyth y Jorge Muñoz encabezan la lista de nuevos presidenciables, incluso en la web se lee: “La aprobación del alcalde de Lima, Jorge Muñoz, alcanza el 70% en el cono sur de la ciudad, el nivel más alto obtenido”. Demasiado bombo ¿Cuál dato es el verdaderamente importante? Quizás Lima Sur lo apruebe; pero si un 29% de entrevistados quiera verlo competir en 2021, un alto 49% no lo quiere ver (lo dice la ficha). ¿Qué era lo importante, entonces, para titular la portada?

Forsyth sale mejor parado, porque un 45% quiere verlo postular a la Presidencia, pero 38% no lo quiere ver competir en 2021. Auspicioso, pero es una ligereza distraerlo cuando le van bien las cosas. Un 25% quiere ver a Salvador del Solar postulando a la Presidencia, pero un 58% no. Un 16% quiere ver a Raúl Diez Canseco, pero 65% no. Un 15% quiere ver a Alberto Beingolea, pero un 64% no. Un 11% quiere ver a Susel Paredes, pero un 58% no (a decir verdad, 35% no sabe de ella). Un 9% quiere ver a Roque Benavides, pero un 56% no (35% no sabe de él).

Bien que aparezcan nuevas opciones, pero para el ojo avizor más pareciera una prueba de descarte, aunque esto no sea lo que sugiere el titular. Si sinceramos el título de la portada (excusen la extensión), se debería leer: “Nuevos posibles presidenciables que hemos considerado en nuestra lista porque representan ‘nuestros valores’, excluyendo otras posibilidades, son rechazados por la mayoría de la población”. Al margen del número de caracteres, el significado cambia, ¿verdad? Lo peligroso es que los que leen periódicos impresos —esto es, los que se paran a leer las portadas en los kioskos— se llenaron los ojos el viernes con los “nuevos presidenciables” y con lo que se les hizo creer.

En democracia debemos interpretar bien las encuestas o no leerlas. Y finalmente, votar por aquellos que representen a partidos bien trabajados, ideas inteligentes y conocimiento sobre el Perú. Lo demás, solo para las tómbolas.