Mar Mounier

Las lampreas de Susana

Las lampreas de Susana
Mar Mounier
20 de enero del 2015

Sobre los ataques de la izquierda a la recién iniciada gestión de Luis Castañeda

Hace una semana, regresando del sur a medianoche, se podía observar a decenas de obreros efectuando mejoras en la señalética de la Panamericana Sur, a lo largo de los cientos y cientos de kilómetros, sin importar las horas. Pasados unos días, se podía apreciar a obreros trabajando incansablemente para finalizar el tercer carril en la Costa Verde, obra abandonada por la incompetencia de la administración anterior. En otro extremo de la ciudad, exactamente en el Parque de las Aguas, también clausurado a principios de año por la incompetencia de la gestión municipal saliente, decenas de hombrecitos trabajaban en el mantenimiento y revisión de tuberías, cables eléctricos y etcétera.

No es entonces una falsedad alegar que las obras regresaron a Lima. Podemos comprobarlo. La gestión anterior no solo dejó una Municipalidad quebrada, atiborrada de buscapuestos que succionaban buena parte del presupuesto; y obras de gobiernos anteriores olvidadas. Al final, no pudo ni siquiera realizar un cambio de gobierno digno y responsable. Villarán no dejó su soberbia, al menos por un momento, para pensar en la ciudad que su inoperancia paralizó. Pero lo peor viene después. Sumado a esto, en actos de mezquindad, descaro y caradurismo extremo, ella misma y sus ayayeros se han encargado de criticar lo que esta gestión, a duras penas y casi sin presupuesto, trata de realizar.

Si Susana Villarán intentó acabar un gobierno para el olvido con alguna pizca de decencia, también lo hizo mal. La grotesca actitud de quienes, animosos por justificarla, defenderla o protegerla, han bombardeado medios y redes sociales atacando todo lo que la actual gestión edil realiza, produce vergüenza ajena. Porque, ¿a qué limeño con dos dedos de frente le preocupa si el diseño del nuevo logo del Parque de las Aguas es "lindo", "feo" o "aceptable"? ¿Con qué autoridad moral, quienes se cebaron en las arcas de la Municipalidad sin realizar una sola obra que haya mejorado el nivel de vida de un grupo de limeños (¿quizá el de susanitos contratados?), despotrican contra la actual gestión? ¿Con qué cara pueden opinar quienes eligieron la ineptitud anterior sobre lo que se hace ahora o no?

Es obvio que la estupidez rampante de quienes ondean sin autoridad las banderas de la “honestidad” y la “transparencia” está restando los últimos puntos que pudo tener alguien que como autoridad no supo nunca estar a la altura del cargo. Y es que no solo demostraron torpeza cuando tuvieron el timón (negando una palpable ineptitud) sino que también lo hacen hoy, tras abandonarlo (condenando el trabajo que en su momento no les dio la gana de realizar). ¿No será esta una desesperada salida para maquillar el descuido del que fueron víctimas los adultos mayores del albergue municipal, o el desalojo de cientos de niños y adolescentes en riesgo de sus albergues y/o la quiebra del Hogar de la Madre? Fariseísmo villaranista en su máxima expresión.

Las ESTÉRILES discusiones y ridículas agresiones de la portátil de Susana Villarán, o de sus lampreas succionadoras, no producen ni suman o aportan nada. Ni siquiera a la ya derruida imagen de la demostrada inepta exalcaldesa. El intentar caricaturizar lo que unos realizan en 19 días con lo que otros no pudieron hacer en CUATRO años solo tiene un nombre: ENVIDIA del mediocre.

El enemigo de un peruano no es otro peruano. El enemigo de un peruano es otro peruano sin memoria. ni CONCIENCIA.

Por Mar Mounier (El hígado de Marita)

(20 - Ene - 2015)

Mar Mounier
20 de enero del 2015

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