Las FF.AA. y la construcción de la ciudadanía activa

Hace unos meses fui invitado por el Centro de Altos Estudios Nacionales (Escuela de Postgrado) con el objetivo de formar a docentes del área de Formación Ciudadana y Cívica. El propósito central era “Fortalecer las competencias profesionales de los docentes de educación básica de nivel secundaria para diseñar actividades de aprendizajes orientadas al desarrollo de competencias relacionadas con la seguridad y defensa nacional, considerando el enfoque de la ciudadanía activa”.

Entendemos que la educación no solo es un fenómeno personal porque el que construye el conocimiento es el propios estudiante, histórico-social ya que permite la transmisión integrada de la cultura en todos sus aspectos, de acuerdo a sus moldes y por los medios que la propia cultura existe posibilita. Pero también es un proceso ideológico-político que parte de la enseñanza que subyace en cada instancia del proceso educativo e impacta no solo en la inclusión un campo de conocimiento en el contexto académico, sino también en la construcción de planes de estudio, el diseño de programas, de asignaturas, planificaciones e implementación de las sesiones de clases. Esto último nos hace ver como la educación llega a constituir un acto político en el pensamiento de las personas (Antonio Gramsci). 

Es precisamente entender estas dimensiones de la educación lo que garantiza la supervivencia y progreso de la sociedad. Solo así lograremos que nuestros adolescentes que egresen de su educación básica tengan los aprendizajes esperados, que se reconozcan como personas valiosas, que se identifiquen con su cultura en diferentes ámbitos, que busquen vivir en democracia, capaces de reconocer sus derechos pero también asumir sus responsabilidades. Capaces de comprender los procesos históricos y sociales de nuestro país y del mundo.

Un ciudadano capaz de interpretar la realidad, los acontecimientos en su real dimensión, y toma de decisiones que aporten a su contexto, un estudiante capaz de gestionar proyectos y actitud emprendedora y prosocial, que le prepare para articularse al mundo del trabajo, el desarrollo social, económico y de su entorno.

«La ciudadanía, aunque a veces se nos olvide, es una institución en constante proceso de redefinición, con objeto de poder dar respuesta a los cambios que se producen en las sociedades democráticas»

En tal sentido construir ciudadanía no se construye inmediatamente, supone un tiempo histórico En los últimos tiempos se ha ido llegando a un concepto generalizado, en una propuesta que plantea un ideal respecto de cómo mejorar el vínculo que nos une como miembros de una nación o una sociedad. Sin embargo, detrás de este acuerdo existen diversas formas de concebir lo que suponemos es «construir ciudadanía» como consecuencia de las múltiples maneras de pensar lo ciudadano.

¿Qué nos dice la neurociencia acerca del cerebro y el desarrollo de la convivencia democrática y construcción de la ciudadanía? Hoy sabemos que el cerebro tiene sistemas naturales de aprendizaje involucrados en la construcción de nuestra conciencia social: Región prefrontal y las neuronas espejo; la conciencia moral/espiritual/reflexiva: corteza prefrontal, región dorso lateral y medial y nuestra corteza cingulada anterior.

“La cognición social es el procesamiento de la información que culmina en la percepción exacta de las disposiciones y las intenciones de otras personas” Nos decía Adolphs en el 2002. Así pues, construir ciudadanía implica en primer lugar la construcción de la identidad que se apoya en el lenguaje, el pensamiento, la conciencia reflexiva y las funciones ejecutivas cerebrales, que le dan a la identidad un sentido del ser, la continuidad espacio-temporal y el reconocimiento por otros de la existencia.

“La convivencia en las escuelas es una necesidad que no admite reparos, dado que representa el mejor espacio para el logro de los más importantes aprendizajes de las personas (aprender a vivir con los demás y valorar lo que se aprende de los demás) es la razón de ser de las instituciones educativas”.
Carozzo. Julio, 2016

En el mundo de la escolaridad la convivencia no es un componente más o una herramienta del trabajo educativo, por el contrario es en realidad lo central la esencia misma de la vida escolar; fundamental en la construcción de la ciudadanía.

Hoy las FF.AA. nos han dado un claro ejemplo de respeto al orden constitucional establecido, al no acatar el rompimiento de dicho orden por parte de quien venía ejerciendo el más alto cargo de la nación.