Alan Salinas
La nueva ruta china de la seda
Estrategia geopolítica china para América Latina
El presidente chino, Xi Jinping, en su texto “La gobernación y administración China” (Ediciones en Lenguas Extranjeras, 2014), que es un libro de discursos, nos relata que uno de los puntos importantes de la actual estrategia geopolítica china es construir una Franja Económica de la Ruta de la Seda. O también conocido coloquialmente como la nueva ruta de la seda.
¿Con qué fin se viene realizando –hasta la fecha y en adelante– este plan geoestratégico? Desde el año 2013, cuando el presidente chino asumió la conducción gubernamental, se ha establecido nuevas formas de conectar China a Occidente. ¿Qué implica eso? Pues expandir el mercado chino a África y Eurasia, que representan aproximadamente 3,000 millones de habitantes. Históricamente, fue Marco Polo quien dio a conocer en Occidente la ruta que milenariamente Zhang Qian estableció con esta parte del mundo.
Con la nueva ruta (terrestre y marítima) de la seda, el gobierno chino quiere eliminar las barreras comerciales, reducir los costos del comercio y la inversión, y elevar la velocidad y la calidad de la circulación de la economía, con el objetivo de realizar el “progreso de beneficio mutuo”, como lo ha llamado –siguiendo la filosofía confuciana– el presidente Xi Jinping. De acuerdo al dossier n° 60 del diario La Vanguardia (2016), en la nueva ruta de la seda se encuentra el 75% de energías renovables, el 70% de la población mundial y el 55% del PBI mundial. Cifras nada desdeñables para las pretensiones chinas en el reordenamiento geopolítico.
Existe otro importante punto de la nueva ruta de la seda con respecto a América Latina, el cual consiste en unir comercial e industrialmente a estos dos continentes mediante un tren que pase subterráneamente por el océano Pacífico. Perú y Brasil serían los países directamente beneficiados por dicho proyecto ferroviario, el cual tendrá como elemento principal para su realización al gobierno de Chile.
En suma, esta nueva estrategia geopolítica china nos da cuenta del enorme potencial que tienen los acuerdos económicos para relanzar políticas de Estado, bajo una lógica confuciana de cooperación y autoridad. Mientras Estados Unidos –bajo la presidencia de Trump– siga con una lógica proteccionista, China puede dar inteligentemente el gran salto –no solo cuantitativo, sino también cualitativo– de avanzar en zonas de influencias norteamericanas. ¡Ojo con eso!
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