Luis Monzon
La libertad individual
¡Hay alboroto en Lima!
Hace unos meses estuve en un recital de poesía viendo y oyendo recitar a un viejo y gran amigo mío. Y caigo en la cuenta de dos cosas: la primera, no había ido a un recital de poesía en mucho tiempo; y la segunda, la creatividad se está desbordando en la ciudad de Lima. Desbordando como no había visto desde la segunda mitad de los ochenta cuando, a pesar de la crisis y el insano terrorismo, no paraban de salir bandas de rock, dando a conocer su creatividad a todo aquel que los quisiera escuchar. Es increíble cómo en los tiempos de crisis, o también cuando los aires de una ciudad se agitan, surge un mundo paralelo donde la gente crea, donde los emprendedores empiezan a tener ideas, donde los nuevos intelectuales emergen, se unen al grupo, y la vieja ciudad de los reyes, donde yo nací y crecí, simplemente se alborota.
Surge, cada vez más fuerte y decidido, como lo he dicho en uno de mis ensayos, un grupo de personas emprendedoras de todas las ramas que están abrazando, como parte medular de su pensamiento, a la libertad Individual. Esta, digamos, “corriente de pensamiento”, no es nueva en sí, pero cobra fuerza conforme nuevas generaciones van llegando y uniéndose. Siempre podías escuchar a Ayn Rand decir que “la menor minoría en la tierra es el individuo”. Soy individualista, no colectivista. Pienso que el individuo crea, inventa, baila, canta, pinta, diseña, construye, y es el encargado de llevar el mundo a la excelencia de la inventiva. Cualquier grupo que tú desees formar, dependerá de los individuos a los que llames para que lo integren.
Desde la apertura definitiva al libre mercado en 1994, nuestra nación no ha parado. Y en esos 23 años de actividad, independientemente del Gobierno y de los líderes políticos de turno, nuestra gente no ha parado de explorar el mundo, de alimentarse de otras corrientes, de intercambiar ideas. Todo este intercambio global ha terminado en una explosión creativa, el único fin posible, que se da cuando los individuos se ven enfrentados a ideas de todo el mundo. El peruano ha empezado a crear, a crear herramientas, filosofías, a crear nuevas realidades.
¿Significa esto entonces que antes del periodo que menciono, el peruano no creaba? Por supuesto que lo hacía. Mis compatriotas son muy creativos, hacen una cantidad increíble de cosas con muy pocas herramientas; es decir, nosotros llevamos décadas cumpliendo uno de los principios generalizados del visionario Richard Buckminster Fuller: el principio de efemerilización (hacer más con menos). El asunto cardinal aquí es que nos hemos visto expuestos a la creatividad global; y eso, mis queridos amigos y amigas, ha hecho aumentar la inventiva de manera geométrica, y en más áreas.
¿Qué necesitamos entonces para seguir creando, para participar de la actividad imparable que están teniendo las naciones prósperas, alrededor del mundo? Inevitablemente tendrán que darnos el espacio necesario, para que nuestras ideas sean conocidas. Las gentes necesitan un completo libre mercado, una completa libertad en el intercambio de ideas a cambio de retribuciones. Este libre mercado no debe ser detenido por el Gobierno, por ninguno. Lo queremos, lo necesitamos, lo exigimos; total, sin restricciones. No tenemos miedo de competir. La competencia para que se conozcan mis ideas debe ser total, sin intervenciones controlistas. A tener en cuenta esto.
Recordemos la cita de Murray Rothbard: “Cada vez que aparezca un empresario celebrando con entusiasmo la unión entre las empresas y el Estado, señoras y señores, escondan sus billeteras, porque serán robados”. No tengas miedo de dar a conocer tus ideas, busca proyectos, busca los medios. Me gustaría hablar más adelante del micromecenazgo, que está teniendo alcance en todo el mundo, y al que puedes acceder vía la red. Debemos hablar de los medios disponibles en las redes. Usa las redes, usa la tecnología sin miedo.
Ludwig von Mises dice: “toda acción racional es, en principio, una acción individual, solo el individuo crea, solo el individuo razona”. Individuo, libre mercado, libre empresa, en resumen: el capitalismo, es la vía idónea para la prosperidad. Reafirmo mi total defensa de la libertad individual, del completo derecho de la persona a elegir su destino y buscar los medios para lograrlo libremente y ser dueño de sus acciones, respetando los derechos de los demás. Si los emprendedores y creativos no tenemos la libertad necesaria para, emprender y crear, la buscaremos; la buscaremos con la fuerza de nuestras ideas, sin rendirnos jamás. Las ideas tendrán un eco que no se habrá visto jamás en la historia de la Nación.
Yo celebro el uso de las redes sociales, que han hecho que los Gobiernos teman a la gente, y no al revés. Celebro la tecnología. Thomas Jefferson decía que “si el Gobierno teme a la gente, hay libertad; si la gente teme al Gobierno, hay tiranía”. Yo celebro que Perú se haya unido en un solo espíritu, como no se había visto en décadas, para ver a su selección clasificar. Yo celebro que el señor Julio Granda haya sido campeón mundial de ajedrez. Yo celebro que la gente haga uso de su libre albedrío y luche por él. Yo celebro, dicho llanamente, la excelencia del individuo; el cielo es el límite.
Busca, vende, patenta, genera; invierte, invierte en tu mente, invierte en tu bienestar, invierte en tu negocio, invierte en tu cuerpo. Escribe tus ideas, que no se te olvide ninguna. Yo te invito a ser tú mismo, a pesar de que pueda ser tiempo de malos líderes, a pesar de la gente tóxica que te quiera envenenar. Ignóralos, yo te invito a ser tú mismo.
¡Únete porque hay alboroto en Lima y definitivamente tenemos que participar!
Gracias por haberte tomado el tiempo de leerme, te deseo lo mejor
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