Maria del Pilar Tello
La Comunidad Digital Iberoamericana
En el marco de la transformación digital y para luchar contra la desinformación
Internet no puede ni debe regirse solo por la lógica financiera y de mercado, hay en espera una necesaria labor de regulación jurídica y ética para poner equilibrio entre política, tecnología y comunicación global. Algo que no puede hacerse desde lo nacional ya que la red de redes no tiene territorio, es universal y por tanto inasible para la coerción y el ejercicio del ius imperium del Estado nacional. Corresponde hacerlo desde la supranacionalidad y desde una perspectiva integral, no solo desde el derecho a la información pues ésta puede estar contaminada por intereses políticos y económicos o por la pugna entre gobiernos y medios. Por esto es tan importante la Carta de Principios y Derechos Digitales Iberoamericana, aprobada hace dos semanas por la Cumbre Iberoamericana, en Santo Domingo, que reunió jefes de Estado y de Gobierno de los países que hablan castellano y portugués, de América y Europa.
Esta Carta es fundamental para nuestro continente y para cada uno de nuestros países porque desde la cooperación internacional encontraremos las formas para avanzar en políticas digitales que protejan los nuevos derechos de la ciudadanía, que ha hecho de la virtualidad la forma mayoritaria de comunicación. Nos corresponde admitir el severo impacto que la tecnología tiene en nuestras vidas cotidianas y también en la economía, la política, la comunicación y la información. La Carta es el instrumento para trabajar en el espacio digital latinoamericano y para ello tenemos el modelo de la Unión Europea que representa una tercería humanista entre los dos modelos globales del uso de la internet, uno que viene desde Silicon Valley activado por la ganancia, otro desde Pekín que se motiva en el control político y social del ciudadano.
La Carta consolida la opción de la Cooperación Iberoamericana para contribuir al desarrollo sostenible de la región desde el diálogo político y la articulación intergubernamental y multiactoral, según los roles y responsabilidades que correspondan Somos diecinueve países iberoamericanos e integramos una comunidad iberoamericana de valores y prioridades. Compartimos muchos espacios para la solidaridad y el desarrollo. Programas y proyectos esperan para la reducción de las brechas digitales, el incremento de las capacidades y la transferencia de tecnologías. La Carta precisa las distintas modalidades, en especial la Sur-Sur, Norte-Sur y triangular, que contribuyan a dar respuesta a los retos y oportunidades que enfrentamos en el marco de la transformación digital. Sin olvidar el flagelo de la desinformación, las verdades alternativas, las noticias falsas y la posverdad que hoy representan el más fuerte desafío para la humanidad en su conjunto. Y que está afectando dolorosamente a nuestro país. Seguiremos.
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