Iván Arenas
Keiko Fujimori: ¿retirarse o continuar?
Fujimorismo necesita rediseñarse y aprender de todos los yerros
No obstante que no se hicieron realidad las proyecciones de que habría un estallido social si se anulaba, como sucedió, la prisión preventiva a Keiko Fujimori, de alguna u otra manera, una reflexión empezará a tomar cuerpo luego de todo el calvario mediático y judicial en la líder naranja. ¿Keiko retomará la conducción de Fuerza Popular o se retirará a sus cuarteles de invierno, dejando la política y optando por la vida familiar y profesional?
Sin duda, la pregunta anterior es una tremenda disyuntiva a la que Keiko debe hacer frente ahora mismo y sin mucho tiempo. Ahora, si bien es cierto Keiko ha salido de una abusiva prisión preventiva, viene la etapa del juicio, y en ese segundo momento también es altamente probable que los fiscales Lava Jato busquen y organicen todas las pruebas contra la líder fujimorista para encarcelarla sí o sí.
Es en ese marco de análisis donde la reflexión de Keiko sobre continuar o no al frente del fuerzapopularismo empieza a tomar mayor sentido y seriedad. Si decimos que la fortaleza principal de Keiko Fujimori se encuentra en el partido, entonces es altamente probable que ella vaya a continuar en la conducción del partido naranja.
Por el contrario, en un marco donde los fiscales Lava Jato buscarían y apostarían por el encarcelamiento de la lideresa naranja, dejar la conducción de Fuerza Popular la debilitaría y la dejaría a merced de la estrategia fiscal y todo el bloque antifujimorista.
Por eso, es altamente probable que Keiko no deje el liderazgo del partido naranja. Porque, como vale repetirlo, abandonar hoy Fuerza Popular dejaría al partido débil y sin capacidad de responder políticamente a la estrategia de todo el bloque antifujimorista que la quiere tras las rejas.
Pero de continuar Keiko, es claro que el fujimorismo necesita rediseñarse y aprender de todos los yerros que, a pulso propio, los llevaron a la debacle de su mayoría. Hicieron todo menos política. Si bien es cierto que Fuerza Popular sigue en las encuestas con un expectante segundo lugar como partido más valorado, necesita un cable a tierra ideológico, que los posicione nuevamente en ese país que es ancho y popular. El fujimorismo era una expresión de ese mundo emergente y hoy es un enigma.
Sin embargo, de continuar en sus trece – es decir, sin política– y con la misma fórmula del desatino, es casi seguro que veremos nuevamente otra reedición de la polarización fujimorismo versus antifujimorismo que tanto daño ha hecho a la gobernabilidad y a las instituciones republicanas. Y es altamente probable que el antifujimorismo gane.
La izquierda mesocrática solo tiene razón de ser porque forma parte del bloque antifujimorista, que muchas veces lidera. Ahora, en ese mismo sentido, quizá Keiko empiece también a reorganizar un partido sin el apellido Fujimori. Y quién sabe si mañana Fuerza Popular, con un no Fujimori, llegue a la presidencia.
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