Ivanka, you´re not fired

Ivanka Trump —hija y asesora del presidente de Estados Unidos, Donald Trump— cumplió con el más elemental de los detalles de todo visitante: trajo un regalo para las mujeres peruanas. Ivanka, quien estuvo en la VIII Cumbre de las Américas, fiel a esa buena costumbre de todo visitante, anunció los primeros US$ 150 millones de un total de US$500 millones que estarán disponibles para financiar emprendimientos desarrollados por las mujeres peruanas. Todo eso a través del proyecto 2XAmérica, cuyo objetivo es fomentar asociaciones público-privadas con el respaldo del Departamento de Estado de los Estados Unidos y de la institución financiera del gobierno norteamericano Cooperación para Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC).

Las inversiones serán destinadas a crear círculos virtuosos relacionados con el agua potable, energía y, sobre todo, crédito, porque en Latinoamérica todavía se cree —según la glamorosa Ivanka— que las mujeres no tienen garantías. Ha revelado, además, que las empresas latinoamericanas tienen la tasa más alta de crecimiento en Estados Unidos.

Ivanka hizo su tarea antes de llegar a Lima. Dijo que el 70% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) de la región latinoamericana no tienen acceso a ninguna forma de financiamiento. Y —porque todavía existen problemas de género— no se permite que las mujeres puedan desenvolverse gestionando actividades económicas. La economista, modelo y animadora de televisión sostiene que, a diferencia de los varones, las mujeres invierten el 70% de sus ganancias en sus familias. “Cuando se invierte en las mujeres, las familias y las comunidades prosperan”, recalcó. Es decir, la neoyorquina de ascendencia checa apuesta por el empoderamiento de la familia para el desarrollo social. Y eso vale. ¡Ivanka presidenta!

Quien haya visto alguna vez el programa de televisión The Apprentice, de la cadena NBC, recuerda el famoso ¡you´re fired! (estás despedido) que su padre espetaba a los participantes del espectáculo de competencia que no daban la talla para ser gestores de las iniciativas económicas que se les encargaba realizar frente a las cámaras del programa.

Ivanka, quien fue anfitriona acompañando a su padre en el programa de competencia entre celebridades, estiró su tiempo concedido con motivo de la VIII Cumbre. Estuvo en varios sitios de Lima conociendo la ciudad, olfateando el humor peruano, calibrando el potencial humano y, muy seguro, haciendo cifras mentalmente.

La Cumbre de las Américas no ha sido un fracaso como Marco Arana, del Frente Amplio, y Nicolás Maduro, cabecilla de la dictadura venezolana, quieren sostener. La Cumbre de los Pueblos si ha sido un fracaso. Los revoltosos ideológicos están frustrados nuevamente. Ya habían fracasado con la misma intención de manifestarse frente al papa Francisco. Se hubieran lucido si Maduro llegaba a Lima franqueado por Raúl Castro o Evo Morales.

La Cumbre pudo haber tenido mejores luces sin los acontecimientos mundiales que conmovieron a todos durante esos días. Repudiable el asesinato de tres periodistas ecuatorianos secuestrados por Walter Patricio Artizala, alias “Guacho”, disidente de las narcoterroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Y también por el bombardeo norteamericano a lugares puntuales en Siria, respondiendo así a las bombas químicas lanzadas por el gobierno sirio en contra del poblado de Duma. Bombardeo que ha dado pie a las iras antinorteamericanas, cegadas por preceptos aprendidos de paporreta, sin entender que la humanidad entera tiene que luchar en contra de los barriles de químicos que se lanzan a cualquier poblado, así sea ocupado por los “buenos” o por los “malos”.

Con todo, la VIII Cumbre de las Américas ofreció lo que debía: exhortar a realizar un programa de ayuda humanitaria de ingreso y distribución de alimentos en Venezuela. Asimismo, 16 de los 33 países rechazaron formalmente al gobierno de Maduro y consideraron ilegítimo el próximo proceso electoral en el que Maduro competirá como único candidato a la presidencia de Venezuela. Por eso, el congresista Arana considera que la Cumbre fue un fracaso. No hay más ciego que el que no quiere ver.

La Cumbre de las Américas es una mesa de diálogo continental. Y, como se dice acá, no hay mesa de diálogo si no hay dinero de por medio. Ivanka, entonces, cumplió. Trajo al Perú la parte que creía que le correspondía ofrecer.