Horacio Gago
¿Ha visitado usted Holanda, señor Bruce?
Congresista quiere vacar alcaldes por titular a las familias
“Pólder” es el nombre para las áreas terrestres que los holandeses han sabido ganar al mar desde el siglo XII usando tecnología de diques, canales y drenaje con molinos. Hoy los drenajes son de otro tipo, evidentemente. Observando el ciclo de las mareas, ellos lograron contener el mar y ganar nuevo suelo. Los antiguos peruanos también dominaron la geografía a la perfección, logrando un aprovechamiento eficiente del agua mediante canales conducidos solo por gravedad. Muchos siglos después, la canalización de los ríos en las ciudades de Francia, España, Reino Unido y otros países, es la regla que permite ganar nuevo suelo urbano y controlar el curso del agua. El hombre puede dominar la naturaleza con técnica correcta, estudio y decisión cierta. Incluso puede doblegar al poderoso Niño peruano, si así fuera necesario, empezando por no poner las vías cerca de los ríos y las quebradas.
En la historia, el Niño ha sido y seguirá siendo un factor crucial para cualquier decisión de desarrollo urbano, productivo y agrícola en el Perú. En el 2017, por su poder devastador (quizá incrementado por el cambio climático), el Niño indiscutiblemente ha quedado grabado en el imaginario social y en la agenda política como un problema aglutinador para todos los peruanos: los que lo perdieron todo, los responsables en los municipios, los gobiernos regionales, los ministerios, el Congreso y el mismo presidente de la República. Se ha abierto la ventana para que esta vez sí se acometa la solución integral.
Pero mal inicio sería el insistir en culpar a las personas —tal como lo hace el congresista Carlos Bruce, demagógicamente— queriendo vacar a los alcaldes que entregaron títulos de propiedad en las zonas aledañas a los ríos. Como si el problema fueran los títulos (tamaño desprecio a la formalización de parte de Bruce) y no las vías de comunicación que se colocaron en esas zonas por decisión de los tres niveles de Estado: el gobierno central en el mapa nacional de carreteras, el gobierno regional y el gobierno local en sus respectivos mapas viales.
Como en los “pólder” de Holanda, el manejo del Niño es un tema técnico. Incluso, la propia definición de zona de riesgo lo es. ¿Las zonas cercanas a las cuencas inactivas o a los ríos costeros son riesgosas porque los huaicos van a aparecer de todas maneras en algún momento? ¿O lo son porque no se descolmata, drena y canaliza?
¿Y si se canalizara, drenara y manejara técnicamente el fenómeno? ¿Si con recursos de todos los interesados se descolmatara y reforzara cerros, laderas y cuencas? ¿Si se utilizase técnicas modernas en vez de demagogia? En ese caso ¿no se estaría ganando suelo urbano valiosísimo? ¿Los peruanos que durante décadas le dieron valor a esos espacios al punto de crear mercados de tierras muy activos, aunque informales, no tendrían acaso derecho a ese nuevo suelo?
Es muy fácil culpar a las personas y pretender rentabilizar políticamente en medio del desasosiego, utilizando imágenes impactantes de los noticieros, y falsa e irresponsablemente demonizar la formalización de la propiedad. Lo correcto, aunque más difícil, sería discernir entre las causas y las consecuencias de los problemas. ¿Los peruanos asentados en las zonas de riesgo se pusieron ahí por vocación suicida? ¿O por su cercanía con las vías troncales?
Sería mejor seguir el ejemplo de los holandeses.
Horacio Gago Prialé
Doctor en Derecho y profesor de la PUCP
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