David Auris Villegas
Gloria Machuca Chinchay: maestra rural del alma
El Estado debe interconectar todas las escuelas rurales del país
A veces me apena escribir desde la comodidad de mi gabinete, mientras muchos educadores cada día se juegan la vida para hacer más feliz la vida de los estudiantes en lugares tan remotos e inhóspitos del planeta. La maestra rural Gloria Machuca es uno de esos educadores; en su andar pedagógico se resbaló y, fracturada, sobrevivió sola, durante ocho días, en las alturas del distrito de Ámbar (provincia de Huaura, en Lima), gracias a su creatividad, resiliencia, valentía y esperanza.
Según los medios de comunicación, la maestra Gloria, después de repartir sus clases en la escuela rural Fundo Paracas, en su regreso al distrito de Ámbar, cayó a un abismo de aproximadamente 20 metros. Se fracturó las extremidades inferiores y las costillas, lo que la inmovilizó. Sobrevivió con dos barras de chocolate, una bolsa de suero, queso, agua del río y una proverbial fe en la vida.
Dominando a su desesperación, el dolor y el miedo, usó la tabla de picar y escribió esta frase de auxilio, que demuestra su enorme serenidad que poseen y transmiten los educadores a los estudiantes, “Auxilio… bajé de Paracas, me caí y me perdí, ayer dormí en el monte, por favor, quien lea esto venga a ayudarme o dé aviso a defensa civil, para que me rescate. No puedo caminar y nadie pasa por aquí, estoy cansada de gritar, pero nadie escucha…”. Hasta que el domingo 7 de abril, fue rescatada por los pobladores, la policía y la brigada de rescatistas.
Más allá de esta tablilla, la capacidad de resiliencia salvó a la maestra. Su voluntad de vivir, su amor a sus seres queridos y a sus discípulos. Su extraordinario coraje la llevó a desafiar el dolor, el miedo a las noches oscuras, y solitarias, bajo el inclemente aguacero. Sobreponiéndose a todas las adversidades, demostró que el espíritu humano puede superar los obstáculos más difíciles de la vida.
Para no repetir esta dura vivencia, es urgente que el Estado interconecte todas las escuelas rurales del país mediante carreteras. Esto permitirá a los estudiantes y docentes viajar de manera más segura y facilitará el intercambio de recursos educativos y la cooperación entre las escuelas. Por otra parte, debe aumentar la participación de la comunidad en la educación, comprometiendo a los padres y líderes locales en las actividades educativas. De esta forma también se impulsaría el desarrollo socioeconómico de las áreas rurales, a través de su integración más plena en la economía nacional.
Asimismo, la conexión entre todas las escuelas rurales a través de la internet es fundamental para impulsar la cooperación entre los maestros. Esto les permitiría acceder a recursos educativos en línea, participar en capacitaciones virtuales y compartir experiencias con otros colegas a nivel global. Además, se posibilitaría el seguimiento del progreso académico de los estudiantes. Esta práctica contribuirá a reducir la disparidad educativa entre las zonas rurales, en busca de una equidad real que exige los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
La resiliencia de la maestra Gloria Machuca nos inspira a todos. También es un llamado al Estado para que todas las escuelas estén interconectadas a través de carreteras y la Internet, teniendo como epicentro la labor de los educadores, el aprendizaje de los estudiantes y el desarrollo del país.
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