Fernando Vigil
Gloria al bravo pueblo
Sobre la victoria de la democracia sobre el autoritarismo chavista
Esta semana Venezuela amaneció con vientos de cambio después del triunfo histórico y contundente de la oposición en las elecciones parlamentarias, tras 17 años de nefasto chavismo. Vientos que forman parte un fenómeno que viene recorriendo América Latina, primero en Guatemala y luego en Argentina.
Un fenómeno que nada tiene de extraño pues los pueblos de América Latina sometidos por tiranos que enarbolan la bandera del “Socialismo del Siglo XXI”, parecen haber despertado luego de haber tocado fondo con la crisis económica y la pobreza que los agobia, y la corrupción que los asquea.
Nicolás Maduro y la revolución bolivariana atraviesan su momento más crítico, más aún luego que los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral indican que la oposición representada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) consiguió un total de 112 diputados frente a 55 del chavismo representado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y de esta manera le puso fin a la hegemonía que mantuvo el oficialismo en la última década en el Legislativo.
Ahora la MUD tiene mayoría calificada, es decir los dos tercios del Parlamento, lo que le permitirá designar o destituir a autoridades de otras instituciones, promulgar leyes orgánicas, promover reformas constitucionales, asambleas constituyentes y referendos. Esto último pone a temblar a Maduro, pues significa que podría ser revocado. Esta situación lo ha llevado a reconocer a regañadientes la victoria de la oposición, y a decir, en la desesperación de la derrota: "Que florezcan el debate y las críticas constructivas”, actitud que ha sido aplaudida por quienes siguen defendiendo al chavismo y creyendo que en Venezuela no hay una dictadura, pues “¿cómo es posible que haya ganado la oposición?". Bueno, en Chile la dictadura de Pinochet convocó a un plebiscito nacional, en 1988, para perpetuarse en el poder, pero la voluntad popular dijo no, y tuvo que irse.
La democracia en países como Venezuela es una ficción. Para el tirano el voto es fuente importante de legitimidad, por ello busca controlarlo a través de fraudes electorales, y mediante la represión electoral a los opositores, pues tiene el control legislativo y judicial. Por supuesto, no falta la compra de votos con “asistencialismo”. Para lograr su cometido hace uso de fondos públicos. Pero en esta ocasión al chavismo le tocó perder, intentó hacer trampa pero la lluvia de votos a favor de la oposición fue torrencial: 7 de cada 10 electores votaron por la MUD. ¿Las razones? Venezuela es hoy el país con la mayor inflación del mundo, con terribles problemas de desabastecimiento y escasez de todo tipo de productos. Según el FEM es el país más corrupto del mundo, el segundo más violento, y existe una violación sistemática a los derechos humanos. Todo esto se ha agravado con el aumento de la pobreza; hoy los venezolanos son más pobres que cuando Chávez entró al poder (49% de hogares viven en extrema pobreza). Con esto queda demostrado que el socialismo es económica, política y socialmente imposible.
Bajo este escenario, todas las formaciones opositoras al régimen chavista (liberales, socialdemócratas, progresistas, democristianos, centristas y laboristas), dejando de lado las ideologías políticas, y colocando en primer lugar a Venezuela, agrupados en la MUD, salieron a luchar por la libertad a través de las elecciones más trascendentales de este siglo ese país, y obtuvieron una victoria avasalladora que representa el primer paso para desarticular al chavismo y al Socialismo del Siglo 21 no solo de su país, sino de todo América Latina.
Gloria al bravo pueblo venezolano, que ya no tiene miedo, y que contagia ese sentimiento de libertad.
Por: Fernando Vigil (@fernandovigilr)
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