Raúl Mendoza Cánepa

Ganadores y perdedores

En política nunca se evalúa el futuro por un solo episodio

Ganadores y perdedores
Raúl Mendoza Cánepa
25 de diciembre del 2017

 

No es un secreto que Fuerza Popular es una desviación del fujimorismo tradicional hacia un nuevo fenómeno político, el keikismo. Curiosamente, a Keiko Fujimori nada la favorece más que la permanencia de su padre en el fundo Barbadillo. Su liderazgo interno se construye en base a una supuesta dinastía de poder que, por paradoja, gana mientras más se aparta de Alberto Fujimori. Pero ella y su séquito optaron por construir una fuerza vertical, autoritaria y confrontacional, que terminó por no diferenciarse de la estructura política que nos rigió en los noventa. Para Fuerza Popular la disciplina partidaria es un proceso de “institucionalización” que no admite la disidencia, las corrientes internas y menos aún el voto de conciencia, que como objeción sentida no puede tomar siquiera las formas de una legítima abstención.

La dialéctica de la Historia viene  cargada de ironías porque Alberto Fujimori no solo salvó a PPK de la vacancia sino que representa (salvo lo que esconda) a un contenido ideológico diferente, uno que se expresa en las continuas disidencias liberales de Kenji, quien parece sentirse el heredero natural de su padre. Tras la derrota de Keiko en el proceso para vacar a PPK, el benjamín de los Fujimori lanzó al aire un sugestivo video en redes, un clip de la película de Disney El Rey León, con un mensaje terminante: “Llegó la hora”. Se puede interpretar el gesto (Kenji no se desmarca aún del tuit, el emoticón y la morisqueta infantil) como una señal de victoria o una declaratoria de guerra fraterna, ahora que parece haber quebrado la unidad de Fuerza Popular, hurtándose a varios de sus congresistas, precisamente aquellos que hubieran sumado para vacar al presidente. En la escena que Kenji compartió con sus seguidores se observa a Simba ascendiendo por una colina, emulando a su padre muerto, Mufasa. Simba se proclama como nuevo rey. Diremos que Kenji se proclama candidato legítimo del fujimorismo a la Presidencia. A veces el Perú se parece más a una monarquía que a una república.

Difícil que Kenji articule bases en Fuerza Popular si lo que busca es una elección interna, además ya dinamitó el puente de regreso. Su única opción es reunir firmas o aliarse con un partido afín. Como sea, es previsible que un fujimorismo dividido favorece a una tercera opción. El antivoto de Keiko podría desfujimorizarse, perdiendo piso. El “No a Keiko” siempre estuvo ligado al régimen de su padre más que a ella misma. No imagino un “No a Kenji”, pese a su albertismo. También pierden piso los seguidores. Fácil imaginar las disonancias cognitivas y confusiones de identidad del votante fujimorista, lo que podría inducir a la aparición de un fenómeno que desde la derecha popular altere el escenario, absorbiendo esos votos. Para bien o para mal, Alberto Fujimori habría destruido al fujimorismo.

Kenji no tiene la madurez política para competir con los pesos pesados que le salgan al frente ¿Qué ocurriría si Barnechea reedita su candidatura y se devora todos los chicharrones que le siembren al paso? (que se provea de una farmacia) ¿Kenji estaría en condiciones de debatir con él? Con Alberto Fujimori de asesor cualquier cosa puede pasar ¿Querrá ser el Montesinos de su propio hijo?

Quizás a estas alturas, Kenji sea el héroe de la jornada, pero se puede ser héroe sin medir las consecuencias o se puede hacer la de Pirro, que gastó todas sus fuerzas en sucesivas batallas hasta quedar devastado y perder la guerra. La perspicacia política no se mide por la victoria inmediata, sino por el impacto ulterior. Sin la injerencia rebelde de su hermano, quizás Keiko hubiera tenido más posibilidades el 2021. Mas, ahora, con ella podríamos asistir al más dramático de los suicidios colectivos. Dícese de la autoaniquilación de algunas especies: “los lemmings se suicidan en masa arrojándose al mar como parte de un mecanismo de autorregulación de la naturaleza”. ¿Será?

¿Quién gana? ¿PPK? Más bien creo que se le viene el diluvio. Ganan Guzmán, Barnechea, Mendoza… Si eres político, nunca evalúes tu futuro por un solo episodio; créeme que la política es mucho más compleja de lo que parece.

 

Raúl Mendoza Cánepa
25 de diciembre del 2017

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