Gabinetes de talentos, lujos y reconciliación

Por fin se conocieron los rostros de los nuevos ministros del gabinete que preside Mercedes Aráoz. La demora en su nombramiento llevaba a elucubrar distintas teorías. Una de ellas, por ejemplo, era que el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) no tenía gente, lo que desde el indulto se ha hecho más evidente con la renuncia de los cuadros pepekausas. Otra idea era que nadie quería aceptar un cargo en un Gobierno tan débil, y por el temor de que en el futuro surjan nuevas vinculaciones del presidente con el caso Odebrecht.

Se decía también que el Gobierno estaba alargando esta situación lo más cerca de la llegada del papa Francisco al Perú. Otros creían que la demora estaba en que algunos partidos políticos continuaban negociando con el partido de Gobierno, pero al final los acuerdos no se concretaron porque el presidente no podía ofrecer más de lo que suponían que haría un hombre en su actual situación.

¿Qué ha llevado a PPK a designar como ministros a tanta gente joven en la política? ¿Está probando nuevos cuadros para la democracia del nuevo orden? ¿Hombres y mujeres con años por delante para un futuro político mejor que este?

El “gabinete de la reconciliación” y antes el “Gobierno de lujo” me recuerdan la historia de otro presidente, Mariano Ignacio Prado, que tenía un grupo de hombres a los cuales Jorge Basadre denominó como el “gabinete de talentos”, y que estaba conformado por gente joven e intelectuales como José Gálvez. ¿Funcionó? ¿Tuvo éxito? ¿Cumplió su objetivo? Sobrevino una guerra con España, y dicen que Prado hizo muchos negocios en Chile. Lo demás es historia. ¿Qué tenían en común esos hombres, aparte de su juventud, allá por 1865? ¿Qué tienen en común los hombres y mujeres del “gabinete de la reconciliación”?

Como todo peruano me gustaría que al país le vaya bien. Pero para ello hay que tomar las decisiones correctas en el momento indicado. Esperemos que el Papa levante la esperanza y el ánimo que PPK ha dejado en el suelo.