Guillermo Vidalón
Fomentar el diálogo político
Para frenar la delincuencia y acelerar el crecimiento
El partido Peruanos por el Kambio, liderado por el economista Pedro Pablo Kuczynski (PPK), logró la mayoría de sufragios a su favor y, por tanto, ejercerá la presidencia de la República desde el próximo 28 de julio. PPK es consciente de que ganó por estrecho margen a su contendora, Keiko Fujimori, con quien no tiene mayor distancia ideológica. No obstante, las pullas propinadas durante la campaña electoral ocasionaron algunas heridas que deben cicatrizar pronto, para fortalecer la gobernabilidad y emprender, lo antes posible, el crecimiento sostenido del país.
PPK es consciente de que tendrá que contar con el respaldo congresal del fujimorismo para llevar a cabo sus políticas públicas. Y que, al mismo tiempo, debe dialogar con los grupos minoritarios; afortunadamente algunos de ellos tienen vasta experiencia parlamentaria —como el Apra y Acción Popular—, y otros —como Alianza para el Progreso— cuentan con mayor oficio. Con ninguna de estas organizaciones PPK encontrará una oposición ideológica. Tampoco la hubiese encontrado con organizaciones como Todos por el Perú o Solidaridad Nacional, entre otras. Todas son conscientes de que el ritmo de crecimiento debe recuperarse lo antes posible y, por lo tanto, se requiere levantar las barreras burocráticas, eliminar la excesiva “tramitología” y dar pase a la inversión, que es la principal generadora de empleo productivo y, consecuentemente, de la reducción de la pobreza y la delincuencia.
Por otro lado, como reconocen sus propios promotores (Ver la edición de “La otra mirada” del 13/06/16), antes de la emergencia de la candidata de izquierda, su frente representaba a lo más al 2% del electorado, quienes sumados al candidato de Democracia Directa (otra facción de las múltiples izquierdas), podrían identificarse ideológicamente con lo que denominaron “el cambio del modelo”. Posteriormente, quien los hace escalar hasta el 18% de los sufragios es el segundo mayor elector en el país, el antifujimorismo, quien respaldó cualquier propuesta electoral diferente del fujimorismo.
¿Cuál es el aporte de la izquierda en la campaña? Sumarse mayoritariamente a la marcha convocada por el colectivo “No a Keiko”. Pero de allí a colegir que la izquierda le dio la victoria a PPK hay un abismo de por medio; pese a ello, hay que reconocer que cuentan con activistas dispuestos a tomar la calle para imponer sus demandas. En ese sentido, las nuevas autoridades deben tener claridad. La disposición al diálogo es positiva, pero la ciudadanía también espera prontas tomas de decisión para frenar la delincuencia y recuperar el ritmo de crecimiento.
Cabe precisar que no se propone la exclusión del debate ni de la escena política de la o las izquierdas. Toda democracia, para consolidarse, requiere del surgimiento de diferentes opciones; pero ninguna de ellas debe alejarse de criterios de proporcionalidad y racionalidad al momento de la implementación de políticas públicas, como la mejora de la calidad de la enseñanza, de los servicios de salud, construcción de infraestructura pública, etc. Son cosas necesarias e indispensables, más allá de si el servicio es brindado directamente por el Estado o por privados. El financiamiento de todo ello requiere de un aparato productivo sólido, formal, creciente y con perspectiva de futuro que garantice el crecimiento económico y la satisfacción de las expectativas de la población.
El día que la izquierda haya superado su atavismo ideológico podrá convertirse en una opción de gobierno abierta, seria y transparente. Mientras su objetivo sea exclusivamente alcanzar el poder, seguirá jugando al discurso del “populismo radical”, para finalmente terminar decepcionando a la población. Recordemos lo embelesada que estaba la izquierda local con el chavismo venezolano, con Lula en Brasil o con el kirchnerismo de la Argentina, entre otros. Hoy que sus mentores son arrojados del poder por el voto ciudadano, pretenden hacernos creer que han avanzado, cuando en realidad siguen atrasados.
Guillermo Vidalón del Pino
COMENTARIOS