Esperanzas regionales

Análisis de los resultados de la segunda vuelta de las elecciones regionales

Los resultados electorales recientes en Piura, Ica, Arequipa, Tacna, Puno, Junín, San Martín, Pasco, Callao y probablemente Cusco y Apurimac, sea por convicción de la mayoría de votantes o por azar, o por las dos cosas juntas, nos hacen pensar que no todo puede estar tan mal en las regiones del interior.

El 1 de enero, salvo en el caso de El Callao, donde Félix Moreno repite el plato, asumirán nuevas autoridades que parten sabiendo plenamente el grado de cuestionamiento y deterioro de confianza que sufre la gran mayoría de los gobernantes regionales.

Un buen punto de partida para “tomar el toro por las astas” por parte de las nuevas gestiones debería ser, por ejemplo, suscribir de inmediato convenios con la Contraloría General de la República y el SNIP pidiendo su asistencia directa en materia de fiscalización y veeduría de proyectos antiguos y futuros, de tal forma que cualquier denuncia contra administraciones pasadas y todo proyecto a iniciarse de inmediato, cuenten con la observación de las entidades de control.

Sobre todo, y entre otras cosas, porque una de las grandes dudas que hay respecto al crecimiento del PBI para el 2015 se funda en el inmovilismo en que entrarían varios gobiernos regionales nuevos por la gran cantidad de denuncias contra sus antecesores, cosa que, para quienes asumen la posta, sería motivo para no firmar un solo papel importante o dar inicio a obras de envergadura para sus respectivas poblaciones.

También las propias autoridades regionales podrían colaborar con el Congreso en el afinamiento de medidas legislativas para hacer mucho más real el control del gasto y la inversión en el interior.

Por otro lado, ya en el plano estrictamente político, las autoridades electas en las regiones señaladas, al menos por lo ofertado, coinciden en su apuesta por la promoción de  inversión sin que los matices en uno u otro caso afecten tal lineamiento general.

En los casos de Tumbes, Cajamarca y Ancash (en realidad en todos los casos sin excepción) no hay mucho más que decir, salvo que serán sus propias poblaciones las que afrontarán las consecuencias de sus decisiones, salvo que esta vez el argumento de que “no sabíamos de quiénes se trataba” no va más.

Es importante destacar lo señalado por algunos analistas en cuanto a lo importante y relevante que este proceso ha significado para el fujimorismo. Con sus 3 presidentes regionales y varias autoridades electas a nivel nacional, se consolida como el principal partido con presencia territorial real fuera de Lima, seguido de Alianza Para el Progreso (aunque en este caso acicateado básicamente por el crecimiento y soporte clientelar que le brinda la Universidad César Vallejo). Este logro, del que hasta hace 20 años se jactaban el APRA y la izquierda, es un paso adelante en la consolidación del liderazgo de Keiko Fujimori, que más allá de los avatares que la prisión de su padre le significa políticamente, no flaquea en su esfuerzo de institucionalizar y modernizar cada vez más el movimiento que conduce.

Por Mario Saldaña
(11 - dic - 2014)