Embarrando la democracia

Acusaciones diversas y respuestas tardías de organismos estatales, encargados de asegurar el correcto funcionamiento de la institucionalidad democrática, han mostrado en los últimos días, con bastante eficiencia, la presencia de la corrupción y la destrucción de la democracia. Y también la pasividad con que los peruanos vamos tomando la desgracia del país, que constituye el infortunio de quienes la habitamos.

Las declaraciones de Zamir Villaverde ante la Comisión de Fiscalización del Congreso parecerían confirmar el supuesto fraude en el reciente proceso electoral que favoreciera al actual presidente Pedro Castillo, y pondrían en evidencia la supuesta participación del Jurado Nacional de Elecciones. Por eso las declaraciones de Villaverde han recibido, en el acto, un rotundo rechazo de los responsables de esa institución, exigiendo se muestren las pruebas sobre el supuesto fraude. Sin embargo, al crecer la desconfianza pública, Jorge Luis Salas Arenas manifestó “la existencia de una campaña mal intencionada orientada a deslegitimar la labor de los organismos electorales, autónomos y constitucionalmente establecidos… y que al margen de los diversos problemas que agobian al país, el JNE está empeñado en llevar a cabo una labor transparente y limpia, al igual que los demás organismos del sistema electoral”.

En ese contexto, el jueves 26, el Pleno del Congreso censuró a la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, con el respaldo de Waldemar Cerrón, Guido Bellido y otros miembros de Perú Libre. Ese mismo día Vladimir Cerrón (secretario general de Perú Libre) y Richard Rojas, actualmente investigado por el presunto delito de lavado de activos por el Ministerio Público, asistieron a Palacio para “conversar” con Castillo. En su intención de explicar esa visita, el dueño de Perú Libre señaló vía Twitter: “El Partido asume las responsabilidades de sus actos orgánicos. Con autorización de la bancada tuve una conversación con el Presidente en calidad de aliados, no de camaradas”.

Esta actitud fue criticada y calificada como “la del gallinazo” por el congresista Bermejo, quien afirmó: “Cuando dicen que hay muertos, aparecen los gallinazos. Hay gente que anda rondando por Palacio de Gobierno”, criticando la influencia de Cerrón en su partido para censurar a la Ministra de Trabajo, Betssy Chávez.

El viernes 27, la Fiscalía allanó el domicilio de Cerrón en Huancayo, como parte de una investigación por el presunto delito de lavado de activos en el marco del financiamiento ilegal de las campañas electorales del 2020 y 2021. La flema de Cerrón no demoraría en hacerse pública, anotando por Twitter: “Fiscalía allana por segunda vez mi domicilio en ausencia de sus propietarios y una oficina de la que no soy dueño y ellos lo saben porque los propietarios se lo demostraron así”. Mientras ello ocurre, el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, tras el informe de la fiscal de Lavado de Activos, Luz Taquire, podría abrir (al margen de las tres acusaciones en marcha) una nueva investigación al presidente Castillo, por el caso puente Tarata.

Así se evidencia la catadura moral de quienes ahora detentan el poder, y la paciencia de los peruanos de permitir que se siga embarrando la democracia;en ese fango de inmoralidad y corrupción. Un hilo de esperanza lo constituye la movilización de 3,000 reservistas de las fuerzas armadas, que asumieron el coraje de exigir a renuncia del actual presidente; mismo que debe hacerse extensivo a los miembros del JNE para transparentar la imparcialidad de las próximas elecciones regionales y municipales.