Vincent Dumortier
El “satánico” efecto invernadero
Desbaratando el mito ecologista radical que anuncia el derretimiento de los polos
Y entonces, todas nuestras actividades (desde respirar hasta ver la Paisana Jacinta (bueno, esto ya fue vetado) emiten CO2, gas “satánico” que aumenta el efecto invernadero que, a su vez, aumenta la temperatura, lo que hace derretir el hielo polar y en consecuencia, hace subir -si no me equivoco- el nivel del mar a un ritmo infernal de… ¡1.8 milímetros por año! Admirable la precisión de la medida. ¿Cuánto mide una ola?...
Además de ser una explicación nítida y con una lógica aparentemente impecable, es obvio que esta reedición del mito del diluvio debería hacernos suscribir sin la menor duda la creencia alarmista sobre el clima.
Si no basta, se podría adjuntar algunos argumentos lacrimógenos más (la situación es tan desesperada que un grupo de morsas celebró un congreso en Alaska para discutir la supuesta falta de hielo). En fin, no dudemos de nada si se trata de obtener de la población un poco de arrepentimiento (consumo eco-correcto, alimentación bio-amigable) y muchas indulgencias (impuesto carbono, financiamiento de proyectos de compensación carbono) Pero, más allá de la creencia, ¿qué ocurre en el mundo real?
Bueno, si seguimos escuchando a los alarmistas, el ártico se está derritiendo, confirmando así las peores predicciones. La prueba, si fuese necesario, es la situación de las morsas. Recordamos también, por ejemplo, a Al Gore anunciando en el 2007 que el ártico estaría libre de hielo en 6 o 7 años (es decir en 2013 o 2014).
Lo “raro” este año. es que la información alarmista ya no presenta fotos del derretimiento ni datos sobre la superficie de hielo ártico, y hay pocos artículos sobre el tema. Y, que se sepa, la “morsa por metro cuadrado” no es realmente una medida contundente del estado del hielo. Peor si tal congreso ya ocurrió en el pasado como lo indica este artículo de desmitificación, que relata eventos similares en 1972 y 1978 cuando no había ni poco hielo, ni temor al calentamiento global, sino más bien el “global cooling”!
Si es cierto que entre 1979 y septiembre del 2012 el Ártico perdió importante superficie de hielo marítimo -información ampliamente repercutida en la prensa internacional-, ¿qué ha pasado desde entonces? ¡Silencio! Y con razón: en el 2013 el Ártico vio crecer su superficie mínima (final del verano) en un 50% en comparación con el 2012. Y este año se confirmó la recuperación. Realmente, pregunto nomás, si la falta de hielo hacía que se reúnan morsas, ¿Por qué no ocurrió en 2012?
Al margen de anuncios apocalípticos y gritos, a veces muy antiguos (ya en 1922 se temía por el Ártico), ¿recuerdan que un alarmista le haya mostrado una herramienta de seguimiento del Ártico? Bueno como yo no tengo nada que esconder, aquí va una: el gráfico de anomalía de hielo de ese mar, a menos que prefieren ver la comparación 2012-2014 en imagen. Si no, me gusta también esta herramienta de seguimiento diario de la superficie de hielo (tanto en el Ártico como en el Antártico).
Volvemos un rato al escenario catastrófico del inicio de este articulo. ¿Qué hubiera pasado con el nivel del mar si en efecto el polo norte se hubiera derretido? La respuesta es simple: ¡Nada! En Ártico es exclusivamente hielo marítimo y, así como un cubo de hielo que se derrite no aumenta el nivel de Whisky en su vaso, el derretimiento del hielo de mar no haría subir el nivel de los océanos. Hagan la experiencia!
Otro tema de sumo interés, ahora que hablamos de hielo polar: ¿Se han preguntado por qué se habla tanto del Ártico y muy poco del Antártico? Tal vez la anomalía positiva de hielo, o el record de este invierno en términos de extensión de hielo de mar, explique muchas cosas. Seamos honestos. Se habló del antártico a inicios de este año, cuando una expedición que salió para observar el “desastre” del cambio climático ¡quedó atrapada en el hielo!
Lo que empieza a parecerme raro es que si comparamos el comportamiento de ambos polos observamos, en base a los datos de satélites, una situación casi perfectamente contraria: derretimiento de un lado y crecimiento del otro.
Nada que agregar en verdad, ¡debe ser diabólico este gas para cambiar tanto sus propiedades físico-químicas de un hemisferio al otro!
Por Vincent Dumortier
(4 - nov - 2014)
COMENTARIOS