Gustavo Rodríguez García

El hábitat de Jaime

El hábitat de Jaime
Gustavo Rodríguez García
11 de agosto del 2014

Acerca de ley de ahorro previsional obligatorio y el congresista Jaime Delgado

Cuando usted escucha el nombre Jaime Delgado, ¿qué es lo primero que se le viene a la mente? Lo cierto es que el ahora Congresista Delgado ha desarrollado una carrera en torno a la defensa del consumidor o, en todo caso, de lo que él considera como defensa del consumidor. No se le puede cuestionar por tener una visión del mundo que no compartimos más allá de que un análisis detenido de las normas que, en nombre del consumidor, ha propuesto y aprobado revele que lejos de apoyar a aquel, lo han puesto en una situación peor de la que tenía antes de tales leyes.

Hace algunos días el Congresista Delgado se apartó de la bancada oficialista por discrepancias ante la inminente aplicación de la normativa que el mismo habría impulsado. En la norma que aprueba el aporte obligatorio se pone de manifiesto lo que hemos señalado de tantas normas previas (nula consideración de las consecuencias no pretendidas de la disposición legal, nulo examen costo-beneficio previo y, ciertamente, nulo interés por los consumidores). En efecto, la aprobación de un esquema de ahorro forzado bajo la premisa –cuestionable- de que los peruanos no ahorramos para nuestra vejez, implica una expropiación de nuestra renta que golpeará a los pocos trabajadores formales alentándose, evidentemente, la informalidad.

No es posible argumentar que no es una expropiación por el hecho de que el dinero sigue siendo nuestro. También es posible expropiar mediante la detracción o afectación de la disponibilidad plena respecto de lo que es nuestro. Piense que usted compra un terreno para hacer un local comercial cuando no hay norma alguna que le impida construir allí, pero luego se aprueba una norma que lo prohibe. La norma no le despoja físicamente de su propiedad pero es una expropiación regulatoria porque detrae la capacidad de realizar una gama de conductas que dependían solamente de usted.

El sol que usted tiene en sus bolsillos le permite invertir en algo que usted quiera, el sol que usted podría usar en su vejez lo espera hasta que sea el momento que la ley haya permitido. Si alguna vez escucho la frase “un dólar hoy vale más que un dólar mañana”, será fácil comprender que algo, al menos intuitivamente, no marcha bien. He escuchado el argumento de que si no se acepta el aporte de los independientes, tampoco debería aceptarse el de los dependientes. Estoy de acuerdo: desaparezcamos el sistema de ahorro forzado. He escuchado que, si desaparece, el Estado tendría que asumir la vejez de quienes no ahorraron. Francamente, no me explico la razón por la que tendríamos que subsidiar a los negligentes que no ahorraron adecuadamente.

Como si fuera poco, no solo no existe libertad de decidir si aportamos o no sino que el Estado –“en defensa del consumidor”- ha decidido en qué AFP se debe aportar. El esquema aprobado es escandaloso y debe ser reformado inmediatamente. Los electores, sin duda, deben acordarse bien de las “obras” fallidas de sus representantes, para que mañana no suframos las consecuencias de estar en otro hábitat.

Por Gustavo Rodríguez García

Gustavo Rodríguez García
11 de agosto del 2014

NOTICIAS RELACIONADAS >

La otra moradita: descontinuar a un candidato

Columnas

La otra moradita: descontinuar a un candidato

Encrucijadas electorales de Julio Guzmán Julio Guzmán, el candida...

07 de marzo
Burotran: Desmontar la burocracia

Columnas

Burotran: Desmontar la burocracia

La muralla infranqueable de la tramitología Se me ha comentado inf...

29 de febrero
Regulación Universitaria Bruta y Achorada

Columnas

Regulación Universitaria Bruta y Achorada

Reflexiones sobre el controlismo de la nueva Ley Universitaria Hace...

22 de febrero

COMENTARIOS