Manuel Gago
El azuzamiento infame de la prensa
¿Cuco o realidad?
El presidente de facto, Martín Vizcarra, está en su mejor momento. Se da baños de popularidad participando en inauguraciones de postas médicas y asistiendo al cine, al estadio y pintado de un colegio de Piura, como si fuera un estadista resolviendo los problemas nacionales. La población ha sido atontada a tal extremo por ciertos medios de comunicación que la gente aplaude con fervor a quien no muestra resultados favorables para el país.
Detrás de todo este tinglado existe una estrategia de arrinconamiento de la oposición y copamiento de las instituciones por parte del vizcarrismo, que sigue acumulando poder. Para esto, las decisiones de los miembros del Tribunal Constitucional (TC) del último jueves fueron previsibles. Eloy Espinoza-Saldaña, Marianella Ledesma y Carlos Ramos se resisten a dejar el Tribunal Constitucional para, con sus fallos, constitucionalizar la dictadura, al margen de las leyes y la Constitución. Cancha libre para Vizcarra y sus pretensiones de perpetuarse en el poder con el manoseado cuento de la lucha anticorrupción y el cierre del Congreso, como el mejor esfuerzo de su Gobierno.
¿A lo hecho, pecho? De ninguna manera. Es obligación cívica y moral de las fuerzas democráticas persistir aun cuando las condiciones sean adversas. El chavismo avanza en Latinoamérica y fue capaz de incluir a Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, consolidando la tiranía de Nicolás Maduro. A los marxistas del siglo XXI no les importan las denuncias sobre asesinatos, secuestros, presos políticos o la muerte de personas debido a la falta de alimento y medicinas en Venezuela.
En Ecuador las protestas violentas hicieron retroceder la derogatoria de los subsidios a los combustibles anunciados por Lenin Moreno. En Chile, el presidente Sebastián Piñera cede con el alza de los pasajes del Metro, pero se desata una violencia terrible. En México, el presidente Manuel López Obrador se rinde al narcotráfico liberando al hijo de Joaquín Guzmán, “El Chapo”, preso en Estados Unidos. En Bolivia Evo Morales ingresaría a su cuarto periodo presidencial consecutivo. Esto porque cuando el socialismo se instala en el poder no lo deja, como los “tribunos” del TC. Cuando los absolutistas y verticalistas detentan el poder, utilizan cualquier medio para enajenar a la gente.
La cereza de la semana estuvo en Huancayo (Junín). Vladimir Cerrón de Perú Libre (PL), sentenciado por actos de corrupción, fue liberado por el Poder Judicial y sus seguidores ponen en altar a su líder. Ya verá usted la “calidad” de “los rostros nuevos” del próximo Congreso. ¿Los periodistas son conscientes de la gravedad del caso? ¿Visten todos polos rojos del chavismo? ¿Cuco o realidad? Responda usted.
En este ambiente desolador, porque el futuro peruano y latinoamericano es sombrío, Luis Nava, el nuevo colaborador de la fiscalía de los Pérez y Vela, sin ser testigo de los hechos, ha señalado que Jorge Barata, de la corrupta Odebrecht, entregó dinero en loncheras al difunto Alan García. Para los Pérez y Vela, no importa la veracidad del dicho de Nava, importa el impacto logrado en la población con la ayuda casi total de los medios de comunicación. Sin asumir la defensa del ex presidente, porque los apristas se defienden solos, ¿por qué los Pérez y Vela no le preguntaron a Barata si entregó o no dinero a García Pérez? Si fuera así, ¿cuál fue la ruta del dinero? Y si no fue así, por la versión de Nava, ¿Barata miente? Y si miente, ¿se cae el acuerdo de colaboración Odebrecht - Estado peruano? ¿Esto tampoco importa? Responda usted.
Vizcarra y los fiscales Java Jato están en la cuesta de la popularidad y actúan a su antojo. Han logrado introducir en el imaginario popular las loncheras con dinero entregadas a García.
No obstante, la gente continúa contenta sin explicar por qué. ¿Cerrar el Congreso mejora los servicios de salud y los niveles de comprensión lectora, aumenta los puestos de trabajo y las remuneraciones, el transporte público alivia el congestionamientos de las calles y las carreteras están correctamente señalizadas y pavimentadas, la inseguridad ciudadana es cosa del pasado, como la anemia? Diga usted.
¿No serán los odios, alimentados y manipulados? Durante la clandestinidad, en los años treinta del siglo pasado, Víctor Raúl Haya de la Torre le escribió a un amigo en París que “el ladrido de los perros es más humano que el azuzar infame de la prensa”. Lapidaria idea, aún vigente, de Haya sobre los medios de comunicación.
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