Alan Salinas

De tecnócratas e independientes

¿Qué tipo de políticos se requiere para el país?

De tecnócratas e independientes
Alan Salinas
24 de junio del 2020


Por estos tiempos convulsos y complejos, es necesario reflexionar sobre un asunto –hasta ahora– poco tratado: los denominados independientes en política y los tecnócratas en el diseño de las políticas públicas para el funcionamiento del Estado. La emergencia sanitaria que vivimos y las falencias para su combate hacen necesario que públicamente toquemos los límites que estos actores han tenido hasta el momento.   

Por lo de las coimas de Odebrecht, la justicia peruana –con pruebas que venían de Brasil y EE.UU.– determinó que los independientes Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Susana Villarán, Félix Moreno y Jorge Acurio recibieron sumas millonarias por parte de esta constructora corrupta para la ejecución de obras sobrevaluadas y para el financiamiento de sus campañas políticas.    

¿Qué nos dicen estas evidencias? Tenemos más de una década y media –salvo el quinquenio de Alan García– en que se administró el Gobierno, pero no se hizo política. La elección en el país de liderazgos –en su mayoría– de baja intensidad no es un indicador para desechar la gestión política, ni para sancionar a los que sí hacen política partidaria. Pero así se viene desarrollando durante estos últimos tiempos. 

La política, así esté en descrédito constante, no se suple con estudios técnicos de inversión pública, ni con programas de televisión sin carisma. La participación de tecnócratas es importante, pero con manejo político. ¿Tenemos tecnócratas? Muy pocos, y una golondrina no hace el verano. Lo que sí tenemos son privados en lo público, que luego de terminar su trabajo en el Estado vuelven a la empresa. Eso no ayuda a tener gente preparada en el Estado, con capacidad de decisión política.

Por otro lado, los independientes cumplieron su sueño de llegar al gobierno, tanto a nivel nacional como a nivel subnacional. Se pensó que con ellos los políticos profesionales llegaban a su final, pero no. La gente y los medios de comunicación ahora piden política, pero política transparente y descentralizada que haga efectiva –a través de políticas económicas y públicas– agendas importantes en educación, salud, reactivación económica, empleo y seguridad. 

Si bien no hemos llegado al final de los tecnócratas e independientes, es necesario plantear un debate de qué políticos profesionales se requiere para el país. Y también de cómo se debe abordar la política, que implica –muy aparte de la confrontación– negociación permanente y acercamiento a los ciudadanos (léase rendición de cuentas y no marketing político). Y qué requisitos pedir a los nuevos en política (imprescindible la reforma electoral) y a los tecnócratas en el ejercicio de gobierno. 

Sobre este camino podemos darle sostenibilidad a largo plazo a nuestra joven democracia.

Alan Salinas
24 de junio del 2020

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