Sergio Diaz
De la melodía al bienestar: beneficios de la música
Cómo la música transforma nuestra mente y emociones
La música tiene un poder innegable para tocar nuestras emociones y transformar nuestro estado de ánimo. Desde la euforia que sentimos al escuchar nuestro himno favorito hasta la paz que nos envuelve con una melodía suave, la música es una fuerza omnipresente en nuestras vidas. Pero ¿sabías que esta influencia va más allá del simple placer auditivo? Estudios recientes revelan que la música puede desempeñar un papel crucial en la salud mental y el manejo de diversas enfermedades.
Interpretar o escuchar música activa una serie de estructuras cerebrales implicadas en el pensamiento, la sensación, el movimiento y la emoción. Y esa actividad puede ser beneficiosa, tanto física como psicológicamente. La música provoca la liberación de sustancias químicas en el cerebro, como neurotransmisores y hormonas, que pueden evocar reacciones emocionales, recuerdos y sentimientos, y promover los vínculos sociales. Además, la música puede incluso afectar la estructura del cerebro, haciendo que ciertas estructuras sean más grandes en los músicos que en los no músicos, especialmente en aquellos que comenzaron su formación musical a una edad temprana.
Cada vez hay más pruebas de que las intervenciones basadas en la música pueden ser útiles para tratar afecciones de salud que se producen a lo largo de toda la vida. No obstante, debido a que gran parte de la investigación es preliminar, se han llegado a pocas conclusiones definitivas. Muchas pruebas provienen de observaciones de individuos o pequeños grupos, lo que sugiere la necesidad de estudios más rigurosos y con un mayor número de participantes para proporcionar evidencia sólida sobre la eficacia de estas intervenciones.
La musicoterapia –que utiliza la música en una relación terapéutica para abordar necesidades físicas, emocionales, cognitivas y sociales– se ha destacado como una herramienta poderosa en el tratamiento de trastornos mentales. Según la Federación Internacional de Musicoterapia, este método busca emplear las respuestas y conexiones de los pacientes ante la música para estimular cambios positivos en las capacidades de coordinación, comprensión, aprendizaje y memoria, y también fomentar la creatividad, mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
Por otra parte Luis Pino, director de la carrera de Psicología de la Universidad de Las Américas (UDLA), destaca que "no hay evidencia científica concluyente con relación a que ciertos tipos de música propicien un mayor bienestar psicológico. Todo depende de cómo la persona significa la música y el sentido que le da a esa tipología de música". Esto implica que tanto la música clásica como la urbana pueden tener efectos positivos, dependiendo del contexto y la percepción individual.
Sin embargo, es importante considerar que la música también puede tener efectos adversos. Escuchar música a un volumen demasiado alto puede llevar a la pérdida de audición, y ciertas piezas musicales pueden evocar recuerdos o reacciones emocionales negativas en algunas personas
La relación entre la música y la salud mental es compleja y multifacética. Aunque aún se necesita más investigación para confirmar muchos de sus beneficios, la evidencia existente sugiere que la música tiene un gran potencial terapéutico. Al integrar la música en nuestras vidas, no solo podemos mejorar nuestro estado de ánimo y bienestar general, sino también abordar de manera efectiva ciertos trastornos mentales y emocionales. Como tal, la música no solo es un deleite auditivo, sino una herramienta poderosa que puede tener un impacto profundo en nuestra salud mental.
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