¿CUÁL ES LA VISIÓN DE EDUCACIÓN EN NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO?

Educación peruana es una guerra con muchas batallas simultáneas

Estamos asistiendo a un enfrentamiento. Hoy en día la educación se ha convertido en un campo de guerra en el que se vienen librando un conjunto de batallas que vale la pena enumerar. Tenemos la batalla de la educación superior universitaria, la batalla del currículo nacional, y la batalla de los cambios en la política educativa. Subyacen a estas, tipo magma volcánico, otras batallas eternas como la de los docentes y la calidad educativa.

Adicionalmente tenemos campos de conflicto y escaramuzas (que prontamente van a ser batallas abiertas); dentro de estas estarían la batalla entre la esfera de lo individual y lo público, manifestada en los tema del género, de lo espiritual, lo bilingüe, rural e incluso urbano y la relación centro-descentralización. Todos estos temas configuran, desde sus grandes universalidades, el campo de guerra de la educación peruana.

Si bien sería, materialmente imposible abstraernos de estos fenómenos de la realidad de nuestro sistema, confieso que lo que está invisible es la pregunta sobre la razón de estos enfrentamientos. Es decir, para qué está el sistema educativo y para dónde debe apuntar. Si modulamos nuestra mirada en estos parámetros constatamos una debilidad de fondo, gigantesca y profundamente preocupante. No sabemos bien para qué tenemos este elefante en la sala. 

Déjenme explicar por qué sostengo esto. Hoy en día en el Ministerio de Educación, sector central, tenemos un conjunto de talentos (plural), sangre joven bien formada (viendo sus estudios y trayectorias) que está gastando sus mejores esfuerzos y conocimientos en mejorar un sistema. Cuando en realidad deberíamos estarle pidiendo que hagan uno nuevo, que armen de la nada uno totalmente distinto. Esto lamentablemente no está sucediendo. Y no sé si sea lo mejor seguir esforzándonos en mejorar los programas y paliar algo que está quebrado desde sus honduras más profundas.

Nos está faltando como sociedad una visión distinta. El gran peligro es asumir que porque hacemos mucho, en múltiples frentes, al mismo tiempo estamos haciendo la gran reforma de la educación. Cosa que no es verdad ni aquí ni en la China.

Por Paul Neira