Crónica futura

Lo poco o mucho que sabemos sobre la sociedad del virreinato podríamos encontrarlo en las Tradiciones peruanas de Ricardo Palma, o en las obras de los viajeros franceses y otros de esos tiempos. Lo mucho o poco que sabemos sobre el Perú del siglo XVI se lo debemos a los cronistas de la época, que escribían los sucesos protagonizados por los conquistadores. Ni qué decir sobre los tiempos preincaicos, que conocemos gracias al esfuerzo de diversos arqueólogos que tratan de desentrañar la historia del Perú antiguo.

Cuando los futuros peruanos quieran enterarse o tener una idea sobre lo que nos ocurrió a nosotros, los peruanos de 2020, en los tiempos de cuarentenas, pandemias y coronavirus, seguramente acudirán a los libros que deben estar escribiéndose en este momento, como la prensa del día a día. Y allí encontrarán una serie de hechos que describirán a nuestra sociedad actual.

¿Cuál será el juicio que se formen los peruanos de aquí a cincuenta, o más años, cuando se encuentren con la imagen de un niño que muere en los brazos de su madre, mientras caminaba horas y días, atravesando el país? Se preguntarán, acaso, ¿por qué no se puso a disposición de esa madre, y otros miles, las flotas de vehículos de las distintas instituciones del Estado, que muchas veces sirven para el transporte de la alta burocracia? No lo sé, quizás lo hagan. 

¿Qué imagen de nosotros tendrán los futuros peruanos cuando lean la historia de los primeros veinte años del siglo XXI, y se encuentren con esas imágenes de los pacientes y médicos que en videos demandan la presencia de sus autoridades? ¿Se preguntarán a qué se destinaron los recursos o en qué se utilizó el poder? Serán las crónicas las noticias del mañana, a través de las cuales los peruanos traten de explicarse la manera en que un país que hace catorce años logró implementar hospitales, colegios, carreteras… de pronto, frenó y perdió el paso en la historia. 

Me pregunto, quiénes serán los personajes de esos futuros Ricardos Palmas, cuando les toque retratar con veracidad lo que nos ocurre ahora. Entonces, esos pequeños instantes, esas fotos del momento podrían describir, más que millones de palabras, un aspecto de la sociedad. Así como la guillotina puede ser la imagen asociada al terror de la Francia del siglo XVIII, una madre con su hijo muerto en brazos caminando por una carretera podría ser la imagen del Perú del año 2020.