Contracción del crecimiento económico en el Perú

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), durante el período enero-septiembre de 2020 la actividad económica experimentó un decrecimiento de -14.5% con respecto al mismo periodo de 2019. Esta contracción continúa reflejando los efectos de la declaración del estado de emergencia nacional como consecuencia de la Covid-19. Así, la reducción de la actividad productiva se debió principalmente al resultado de los sectores transporte, almacenamiento, correo y mensajería, que disminuyó -28.6 puntos porcentuales (pp); construcción (-28.4 pp); servicios prestados a empresas (-23.3 pp); comercio (-20.7 pp); manufactura (-18 pp); y extracción de petróleo, gas y minerales (-16.5 pp). Solo los siguientes sectores experimentaron una variación positiva: servicios financieros y de seguros (10.8 pp); telecomunicaciones y otros servicios de información (4.2 pp); administración pública, defensa y otros (4.1 pp); y agropecuario (0.8 pp). Esta información fue publicada por Comex Perú en su Semanario 1055 (11 de diciembre del 2020).

En la citada publicación se indica que el desempeño de la economía, sus sectores productivos y la potencial recuperación en términos de crecimiento se encuentran estrechamente vinculados con la evolución de la inversión pública y privada. El desenvolvimiento de estos indicadores es un insumo clave para predecir la recuperación de nuestra economía. De acuerdo con las cifras del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), al tercer trimestre de 2020 la inversión pública ascendió a S/ 9,898 millones, 33.7% menos con respecto al mismo periodo del año anterior, en el que se invirtieron S/ 14,930 millones (+1.4% con respecto a 2018). En cuanto a la inversión privada, al tercer trimestre de 2020, esta ascendió a S/ 53,770 millones, lo que significó una contracción del 28% con respecto al mismo periodo de 2019, durante el cual se invirtieron S/ 74,706 millones.

En base a lo expuesto, se vislumbra una contracción relevante del crecimiento económico en el Perú en el 2020. Y no contamos con los resultados necesarios para decir que la economía peruana se recuperará en un futuro próximo, teniendo en cuenta que el factor político, dadas las futuras elecciones presidenciales y un muy posible rebrote del Covid-19, influenciará negativamente. También son relevantes la percepción de que no se vislumbra una solución a corto plazo de los grandes problemas que afronta el Perú, como son la inseguridad ciudadana, la corrupción, las trabas burocráticas, entre otros, los cuales constituyen en los factores internos más limitantes para el crecimiento económico en nuestro país.

También hay que tener en cuenta la influencia del cambiante e incierto contexto económico y geopolítico externo, donde la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como las tensiones militares entre Estados Unidos y Rusia, China, Irán, Corea del Norte y Siria, entre otras potencias militares, se han agudizado durante el 2020. Se vislumbra que esos problemas se mantengan e incluso se profundicen durante el 2021.

La economía peruana mantuvo, durante el llamado boom de los commodities, desde el año 2000 hasta el 2014, un crecimiento económico que le permitió, gracias a su estabilidad macroeconómica, reducir la pobreza a través de un mayor dinamismo de las inversiones públicas y privadas que generaron un efecto multiplicador en la economía, así como también financiar programas sociales para los sectores más deprimidos. Pero para consolidar un crecimiento económico sostenido y un desarrollo como nación, es muy importante alcanzar un nivel de industrialización que nos permita, además de disminuir la dependencia de ciertos productos terminados, incrementar sustancialmente la producción de bienes con valor agregado. Solo así podremos diversificar nuestra oferta exportable, la cual está basada actualmente en un gran porcentaje en productos primarios tradicionales, fundamentalmente los mineros, cuyos precios sufren los vaivenes de la crisis económica y geopolítica internacional.