Renatto Bautista
Choque de civilizaciones
Sobre la guerra entre Rusia y Ucrania
El destacado catedrático y politólogo estadounidense Samuel Huntington (1927-2008) escribió el libro “El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial” (1997) donde –con mucha clarividencia– se nos dice que las guerras serían conflictos entre civilizaciones, ya no la clásica guerra entre potencia por áreas de influencias económicas y políticas. Los sucesos del siglo XXI lo demuestran, entre las constantes guerras entre Israel y sus vecinos árabes (Civilización occidental versus la civilización islámica); y ni que decir la actual guerra entre Rusia y Ucrania (civilización ortodoxa versus civilización occidental) que no es un conflicto bélico entre un “cristiano casi cruzado” de apellido Putin versus el “globalismo” que tiene como “títere” al presidente constitucional de Ucrania, que es Zelensky. Es una barbaridad lo último, cuando el dictador ruso viola tanto la independencia como las fronteras de un Estado de pleno derecho, como Ucrania. Además, Rusia es una dictadura sostenida por unos oligarcas mercantilistas; mientras Ucrania es una joven democracia que desea prosperar económicamente, como el resto de Europa.
Volviendo con el catedrático Samuel Huntington en la página 48 de su libro nos define qué es una civilización:
Una civilización es el agrupamiento cultural humano más elevado y el grado más amplio de identidad cultural que tienen las personas, si dejamos aparte lo que distingue a los seres humanos de otras especies. Se define por elementos objetivos comunes, tales como lengua, historia, religión, costumbres, instituciones y por la autoidentificación subjetiva de la gente… La civilización a la que pertenece es el plano más amplio de identificación con el que se identifica profundamente. Las civilizaciones son el nosotros más grande dentro del que nos sentimos culturalmente en casa.
Evidentemente la civilización Occidental tiene como elementos objetivos comunes: Lenguas que provienen del latín (castellano, francés, portugués, entre otras) y germánicas (el inglés, que es el idioma más comercial en el mundo), tenemos una historia común sobretodo desde la venida de los españoles a nuestro continente, ni que decir de las costumbres que la mayoría vienen de los países europeos que se asentaron en América, las instituciones (como el Parlamento y el Poder Judicial) se repiten tanto en el continente americano como el europeo y una columna vertebral que son los valores y tradiciones del judeocristianismo mientras que la civilización ortodoxa es totalmente diferente porque sus idiomas vienen de la rama eslava sumado a su alfabeto que es cirílico más una tradición diferente a la nuestra porque ellos se sienten herederos directos del Imperio Romano de Oriente porque Sofía Paleólogo (sobrina del último emperador Constantino XI) se casó con Iván III de Rusia, ellos fueron abuelos de Iván IV “el Terrible” quien fue el primer gobernante ruso en usar el título Zar (César en ruso) sumado a que la religión que se practica en esta civilización oriental es la cristiana ortodoxa que tiene una cosmovisión diferente al cristianismo niceo o comúnmente llamado católico.
Volviendo con el intelectual Huntington sobre la relación Rusia y Ucrania, en la página 200, escribe lo siguiente que es clarividente si lo vemos hoy, en el 2022:
“Sin embargo, una Ucrania así, irreductiblemente unida y orientada hacia Occidente, solo sería viable si tuviera un apoyo occidental fuerte y eficaz. A su vez, tal apoyo solo sería probable que se produjera si las relaciones entre Occidente y Rusia se deterioraran gravemente y llegaran a parecerse a la guerra fría.”
En esta misma lógica, crea que Ucrania sería totalmente Occidental si es aceptada inmediatamente en la Unión Europea como en la OTAN ya que la historia del siglo XX demuestra el accionar expansionista y matonesco de Rusia sumado a que las relaciones entre Occidente y Rusia de Putin están deterioradas porque el dictador ruso -desde hace tres lustros- está reconstruyendo el imperialismo ruso con fines demagógicos que le permiten seguir en el poder por un tiempo indefinido por eso el desea impedir que Ucrania sea totalmente Occidental y exitosa porque si la democracia representativa funciona bien en Ucrania, los rusos se preguntarían:¿ Por qué nosotros no? Ese es el gran temor para Putin y los oligarcas que lo sostienen desde el año 1999.
Finalmente considero que la guerra desatada por Rusia es un criminal genocidio contra los ucranianos y el dictador Putin merece acabar como el dictador serbio Milosevic en una fría celda de La Haya, en Holanda. Además, creo que el pueblo ucraniano como su Presidente Constitucional dan una enorme lección de heroísmo que ha movilizado a los gobernantes de la Unión Europea a favor de la Nación ucraniana que resiste ante la matonesca actitud del “oso ruso.”
P.D.: Mi solidaridad con todos los políticos peruanos que afrontan esa absurda investigación fiscal por “insurrección”, al exigir el reconteo de votos en esta tan cuestionada segunda vuelta presidencial.
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