Manuel Gago
Capitalistas y creyentes natos
Cerrón pretende instaurar la patria socialista
El gobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón, anunció para su región un nuevo currículo escolar. El médico graduado en Cuba es un marxista leninista que, en reiteradas oportunidades, ha señalado su predisposición a instaurar en Perú “la patria socialista”. La estrategia de Cerrón para establecer un Estado comunista es pretender cambiar la mentalidad de la población desde la niñez.
Los planes de Cerrón incluyen enseñar en los colegios de Junín filosofía, economía política, geopolítica y, entre otras materias, historia regional. Los profesores marxistas contratados por Cerrón enseñarán filosofía marxista con la finalidad de emancipar al hombre de Dios y del capital. Esta es, en esencia, la columna vertebral del comunismo: un Estado paternalista, subsidiario y totalitario, con pobladores reducidos a la voluntad del régimen. Pero el médico se equivoca en Junín. El capital y Dios están ligados profundamente a la naturaleza de los pobladores de su región. Veamos.
Según el historiador cajamarquino Waldemar Espinoza (Enciclopedia Departamental de Junín, Tomo I, 1973), en el Perú antiguo, antes del incanato, existían unos 200 pequeños reinos, con sus respectivos curacas o reyes, ejerciendo una vida comercial intensa. Por esas actividades, los pobladores antiguos viajaban constantemente de un lugar a otro de manera libre. Posteriormente, según los cronistas que llegaron junto al conquistador español, cuando arribaron al valle del Mantaro descubrieron un asentamiento de comerciantes (vendedores y compradores) que iban y venían de distintos lugares ofreciendo y comprando toda clase de mercaderías. Con el tiempo, a ese asentamiento se le denominó la feria dominical de Huancayo. Con el paso de los años, la consolidación de la feria se hizo en función al incremento del capital de cada uno de esos vendedores y algunos compradores que se volvían revendedores. Por intuición —por sabiduría natural, sin mayor conocimiento académico— cada artesano y productor agropecuario mejoró los procesos de sus actividades productivas, con el fin de vender más y mejorar la calidad de sus productos. Los feriantes fácilmente entendieron cómo es el comportamiento del mercado.
El escritor y periodista huancaíno Reynaldo Bolaños (Serafín Delmar), desde sus veinte años (1921), señalaba que los ojos fenicios de los pobladores huancaínos estaban atentos a los surcos de sus sembríos, afanados por el lucro, hablando solo de cementeras y monturas. Es decir, capitalistas natos, hasta el tuétano.
Volviendo a los relatos del historiador Espinoza, luego de la pulverización de los 200 reinos por parte del monarca cusqueño (inca), el dios Huiracocha se constituyó en esperanza liberadora. En ese contexto, cuando los pobladores y los curacas —desmembrados de sus familias, de sus propiedades y de sus pueblos— oían que desde el norte un ejército de extranjeros se aproximaba, creían que era el enviado del dios Huiracocha para liberarlos, como decían que había prometido el dios. Ese ejército de extranjeros no fueron liberadores, sino un nuevo conquistador extranjero.
Los chamanes y sacerdotes de las primeras poblaciones de Junín, establecieron que el dios Ticsi Huiracocha Pachayachachi los creó y que las primeras parejas surgieron de las aguas de Huarivilca y del lago Chinchaycocha. Posteriormente, cuando la vida comunitaria surge en pequeñas aldeas, 2,000 años antes de Cristo, aparecen los indicios de “prácticas de religión mágica”.
Con la llegada de los españoles la idea sobre dios se fue modificando. Un sincretismo permitió mantener los antiguos dioses unidos al nuevo dios de los acompañantes cristianos del conquistador. En el antiguo Perú, entonces, la idea acerca de dios es tan antigua como su propia existencia. ¿Toda esta historia pretende destruir Cerrón con un adoctrinamiento socialista desde el colegio? ¿Quiere eliminar la idea de dios porque para el comunismo “la religión es el opio del pueblo”? ¿Quiere desaparecer el capitalismo que, en la práctica, es la esencia del poblador juninense?
Consultado sobre el currículo propuesto por Cerrón, el presidente de la República, Martín Vizcarra, ha señalado que “la educación debe tener un espacio propio con un contenido regional”. Es decir, Vizcarra no sabe quién es y cuáles son las intenciones de Cerrón. ¿Ingenuidad del presidente y de muchísimos peruanos? ¿La misma ingenuidad de los venezolanos que creyeron en el populismo chavista y que hoy tienen comisarios motorizados en cada esquina vigilando sus quehaceres diarios?
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