Dardo López-Dolz
Candidatos calificados
¿Qué requisitos debieran tener quienes aspiran a cargo de elección popular?
Hace dos semanas, resalté el carácter imprescindible de la obligatoriedad de pertenencia a partidos políticos nacionales para postular a un cargo político al que se accede por elección. Hoy quiero abordar otro tema, también imprescindible para el desarrollo del país.
La legislación contemporánea de nuestro país, siguiendo el ejemplo exitoso de otros países, exige que las personas que vayan a ser nombradas por cualquiera de los tres poderes del Estado y remuneradas con nuestros impuestos, cumplan con determinados requisitos de educación profesional y/o experiencia comprobables. El mismo criterio ha sido incorporado para la cátedra en la nueva Ley universitaria, y prácticamente no existe empresa exitosa que no revise las credenciales académicas de cualquier aspirante a una posición relevante para sus actividades. La razón es clara, nadie nace sabiendo.
Pero no se exige acreditar experiencia exitosa ni formación académica a los ciudadanos que postulan para ser elegidos congresistas de la República o Presidente de la República, olvidando que estos serán jefes de esas personas a quienes se les exige requisitos y, por lo tanto, les darán órdenes y generarán el marco legislativo en que actuarán. Decisión tan lógica como permitir que, por votación popular, el conserje de una empresa o universidad pueda acceder al máximo puesto directivo por elección. No hace falta ser brillante para saber qué sucederá. Si alguien lo duda, que lea los diarios de estos días.
En mis tiempos universitarios, en la PUCP, esbocé este argumento y la respuesta automática fue que entonces los menos preparados no tendrían quien los represente. Por favor! para representar a una persona o grupo de personas siempre estará mejor preparada una persona con mejor formación académica y/o gestión exitosa verificable.
La medida propuesta no garantiza necesariamente mayores niveles de integridad moral, pero sí elevaría notablemente el nivel promedio del diálogo político y las decisiones trascendentes, exponiendo menos nuestra población, nuestro territorio y nuestra economía a las desastrosas consecuencias de la ausencia de capacidad y experiencia.
Dudo que este Congreso se anime a hacerlo, pero debiera ser tema de debate en el Congreso que se elija el 2016. El requisito para ser elegible podría ser, alternativamente, un determinado grado académico universitario otorgado por una universidad de reconocido prestigio (haría falta emular la evaluación y ranking independiente que se hace en otras latitudes) o la experiencia exitosa acreditada por los niveles de tributación, o la experiencia docente exitosa prolongada en Universidades de renombre académico, la capacidad de liderazgo y concertación a través de experiencia de dirección gremial o sindical, etc. La combinación de esta clase de requisitos con experiencia política gradual creciente en cargos políticos (regidor distrital, regidor provincial, alcalde, consejero regional, jefe de gobierno regional,…) serían valiosos insumos para la formación de congresistas, ministros y presidentes.
Otro elemento esencial para levantar el nivel intelectual promedio de quienes finalmente sean elegidos, así como de aquellos que luego sean designados por estos, es hacer formalmente atractivos los cargos públicos de relevancia, estableciendo niveles de remuneración real, sin subterfugios, gastos reservados ni bonos disfrazados. Así un profesional exitoso y honesto, con determinado nivel de vida y gastos familiares irrenunciables, no dudaría tanto en postular en una elección o aceptar una designación por períodos en los que hoy deja de acumular pensión en forma proporcional a sus ingresos.
Por Dardo López-Dolz
10 - Feb - 2015
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