Cesar Gutierrez
Cambios en matriz energética requieren plan recaudatorio
Se espera pronunciamiento del Ministerio de Economía y Finanzas
Recurrentemente se predica en los medios de comunicación el cambio de la matriz energética, por un lado, las energías renovables desplazando a los carburantes fósiles y por otro, el gas natural (GN) desplazando a los combustibles líquidos como el gas licuado de petróleo (GLP), gasoholes y petróleo diésel, pero lo que no se escucha es ningún análisis sobre el efecto de estos cambios en la recaudación del Estado, ya sea por regalías (R), impuesto al rodaje (IRO), impuesto selectivo al consumo (ISC) e impuesto general a las ventas (IGV).
En primer término, hay que evaluar el impacto del desplazamiento del GN en la generación termoeléctrica, que representan el 60% de la demanda, con un precio preferencial 45% menor a los otros consumidores y que de la recaudación total anual a precios del 2022, han significado una recaudación de 143 millones de dólares. Esta cifra irá disminuyendo a medida que las energías renovables (RER) ganen terreno.
En segundo lugar, tenemos un escenario más traumático y que está relacionado con el reemplazo por GN de los combustibles líquidos. Aquí tenemos el caso de los gasoholes, que tienen tres tasas impositivas: IRO, ISC e impuesto general a las ventas (IGV), mientras que el diésel tiene dos impuestos: ISC e IGV.
Las cifras anuales son muy elocuentes, el IRO genera ingresos por 180 MMUS$, el ISC de los gasoholes Premium y Regular y el diésel aportan al fisco 423 MMUS$, mientras que el IGV contribuye con 1,700 MMUS$. Es resumen la recaudación por los líquidos asciende a 2,303 MMUS$
Las RER son un cambio inexorable en épocas donde la disminución de los gases de efecto invernadero cuenta en las políticas públicas a nivel mundial, mientras que el GN por la problemática generada en los energéticos de Europa por el conflicto Ucrania-Rusia, ha pasado a llamarse energía de transición.
En nuestro país vivimos también entre los dos frentes: RER y la mal llamada masificación del GN, por tanto, en el Ministerio de Economía y Finanzas deben tener bien en cuenta el efecto del avance de ambas modalidades de suministro energético. Esta semana los gasíferos opositores a las RER han invocado a la reflexión por las caídas de las regalías del GN debido a la penetración de las RER, pero no han dicho nada por el efecto de la “masificación” en la recaudación de impuestos.
Con las cifras expuestas podemos comentar la alerta de los gasíferos. Si se eliminase al 100% la generación a GN, se dejaría de recaudar 143 MMUS$, cosa que no va a ocurrir porque las termoeléctricas serán necesarias en horario punta (17.00 a 23.00 horas). En cambio, si solo se desplazase el 10% del consumo de gasoholes y diésel, la caja fiscal dejaría de percibir 230 MMUS$. Si de dar alertas se trata, más bien deberían citar a la “masificación”.
En este tema hay dos mensajes a tener en cuenta: 1) que el MEF debe ir planificando otros nichos de recaudación porque el avance de las RER y el GN caminarán en paralelo, y 2) que los que nos lanzan las alertas su único interés es no perder cuotas de ingresos para sus predios, el interés nacional nada tiene que ver con sus monsergas.
La oposición a los cambios por la penetración de las RER no es historia nueva, ya lo hemos vivido entre el 2008 y el 2010, que habiendo una legislación promotora de éstas (DL 1002), aparecieron negacionistas aún en los predios estatales, hoy que han transitado al sector privado han cambiado de parecer y han cruzado de vereda ideológica. Igual a lo ocurrido hace 13 años, la persistencia hará que la racionalidad se imponga.
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