Renatto Bautista
Brasil: una elección crucial
Bolsonaro y Lula da Silva disputarán la presidencia
El domingo 2 de octubre del 2022 se realizará una elección crucial en Sudamérica: Brasil elegirá a su presidente. Los dos candidatos principales son el actual presidente brasileño, el político conservador Jair Bolsonaro, y el ex presidente brasileño y ex reo Luis Ignacio Lula Da Silva, que representa al espectro de la izquierda socialista. Lula es además uno de los fundadores del Foro de Sao Paulo, que es una organización internacional de partidos socialistas en nuestro continente, al lado del longevo dictador Fidel Castro, tan mimado y reverenciado, a pesar de que Cuba es una longeva dictadura socialista, que data de enero de 1959.
La dictadura cubana en 63 años en el poder solo ha generado hambre, miseria, muerte y totalitarismo. Lamentablemente tanta gente que apoyó el golpe de Estado perpetrado por los Castro aún no ha pedido disculpas por aupar a un dictador que volvió pobre a una nación otramente rica, como lo fue Cuba antes de la instalación de la dictadura de los Castro. En gestión pública, la dictadura cubana es un cero a la izquierda.
Volviendo con la elección del Brasil, lo que está en juego es un tema fundamental: si Bolsonaro gana la reelección, yo espero que así sea, Brasil seguirá siendo un faro de las libertades en Sudamérica. En cambio, si volviera al poder Lula Da Silva, Brasil sería de nuevo un país más donde los socialistas gobernarán, y su política internacional será de total genuflexión hacia las dictaduras socialistas de Diaz Canel en Cuba, Ortega en Nicaragua y Maduro en Venezuela.
A pesar de que la prensa internacional pretenda presentar al ex presidente Lula Da Silva como un anciano afable, él tiene dos puntos demasiado en contra: primero, que representa activamente al castrochavismo o socialismo sudamericano, porque jamás ha condenado enérgicamente a las dictaduras socialistas; más bien, como él mismo lo dijo en una entrevista de hace meses en el diario español El País, justifica y relativiza las acciones de estas crueles y corruptas dictaduras en nuestro continente. El segundo punto es que el ex presidente brasileño tiene una estrecha vinculación con la corrupción. Como todos recordamos, estuvo preso en el año 2018 por diversoso escándalos.
A modo de conclusión, manifiesto mi sincero deseo de que el presidente Bolsonaro logre la reelección, porque su gobierno ha reducido al mínimo a la inflación. Brasil merece seguir siendo un faro de la libertad en una región donde los electores lamentablemente han elegido a agentes del Foro de Sao Paulo en las presidencias de sus países.
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