Raúl Mendoza Cánepa
Antauro y los furiosos
¿Quién será el representante del odio?
Antauro Humala, el diablo que promete fusilar a todos, canaliza las furias: la tuya, la mía y la ajena. Olvido que lo más probable es que deje las rejas en 2024, pero también que del rencor nacen los extremos. Por mi lado (mucho más a la derecha), vale la economía libre, el desarrollo por inversión, la vida y la libertad individual, todo dentro de la república del orden. Nada más. ¿Más Estado, CTP, ENTEL y quiebra económica? No, ¿para qué? ¿Libertades capturadas, guillotinas pendiendo?, ¿por qué? Lo que el Perú necesita es orden en libertad, el sueño que Castilla concretó juntando a liberales y conservadores.
Como para aguármela, alguien me restriega “necesitamos un Antauro”, lo escucho en taxis y en susurros de quioscos. Tanto rencor que nos regalamos, quisquillosos para todo, tanto nos odiamos por quítame estas pajas y tanto nos destruimos como pistoleros cruzados que no es casual que el etnocacerista vaya tercero en las encuestas de simpatía, debajo de Forsyth y Keiko. Entre tantos expresidentes “ladinos”, frenazo económico, desempleo rampante, pechadas políticas, agendas ocultas, mandiles caseros, feminismos radicales, guerras tuiteras, criminalidad y una prensa que nutre de infierno al infierno en que vivimos, Antauro podría ocupar la casa de Pizarro, si lograra su libertad.
La descomposición, la ira, la desconfianza generalizada, nos ha vuelto nihilistas ¿Sabes lo que es el nihilismo? Es el nadismo, la nada, el ¡váyanse todos al carajo! o ¡A la m… con todo! Pero hasta con gestos nos seguimos provocando ¿Necesitamos provocarnos? ¿Cada día tenemos que buscar una razón para tirarnos los platos por la cara? Quizás al lector de quioscos, al taxista, al marinero, al obrero o a tu mujer (que debe llevarla mal con que la representen con un delantal y un marido que “dice” que ayuda los fines de semana), les provoque algún escozor. Me gustó más el mini reportaje que vi sobre una admirable e inspirada capitana de la Marina de Guerra contando sobre lo que le toca en el día a día de su recto navegar.
Pero el tema no es ese, es ¿quién será el representante del odio que todos los días fecundamos, para el 2021? ¿Sin Antauro la gente se buscará a otro radical? ¿Quizás a uno que se toma fotos con el desastre que es Maduro? ¿A algún deslenguado sin seso? ¿A uno que no sepa nada de nada y menos lo que es reactivar una economía parada? Leía un artículo de Maki Miró Quesada en Peru21 (“El gran bonetón”). Ella propone ametrallar ya con preguntas profundas y de todo carácter a todos los posibles presidenciables (aunque sea el alcalde de Ferreñafe) hasta detectar al brillante, al honrado, al que sabe cómo, al que no sea el mal menor frente al loco de turno. Cito algo más (cambiándolo un poco), si es que todavía buscas un radical rojo con boinita chavista o te peleas en redes por sandeces en plena crisis: “Es la economía, estúpido” —Bill Clinton a Bush, dixit—. Lo que equivaldría a decir hoy en el Perú ‘Es cómo gobernará, estúpido, no solo quién gobernará”.
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