Guillermo Vidalón
Alerta, demócratas: ¿y el padrón electoral?
Ante la proximidad de las elecciones regionales
El próximo año deben llevarse a cabo las elecciones municipales y regionales. Un escenario que puede cambiar la correlación de fuerzas o determinar la caída del Perú en el abismo venezolano, con una estación para convertir al Perú en la mayor chacra del evomoralismo para producir el principal insumo de la cocaína.
Mientras los partidos democráticos siguen divididos, sumidos en la egolatría de algunos de sus líderes, el proyecto totalitario avanza empleando o no el estado de derecho o contando con el silencio cómplice de algunas autoridades. Como se constató en las elecciones generales del 2021, el padrón electoral nacional registra a ciudadanos con más de un DNI, algunos suspicaces consideran que más allá de ser un error constituye una práctica multiplicada por algunos miles para darle un empujoncito a candidatos alineados a una o varias agrupaciones afines al populismo latinoamericano de izquierda, que hoy libra su batalla por capturar y saquear al Perú.
Los partidos democráticos deberían estar exigiendo la transparencia de los padrones electorales a ser empleados y contrastarlo con el padrón del Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef). No vaya a ocurrir que luego del proceso electoral, una vez proclamados los candidatos “ganadores”, se descubra que los más de doscientos mil ciudadanos fallecidos como consecuencia de la pandemia cumplieron con su deber cívico de emitir su voto.
Además de otros que subsistirían en el registro oficial y que algunos desconfiados señalan que cumplieron funciones como miembros titulares de las mesas de sufragio, lo cual nos resistimos a creer. Lo cierto es que sobre el proceso electoral general emergió una sombra de dudas, no sólo por lo estrecho del resultado, sino porque hubo varias denuncias referidas a mesas de sufragio cuyas actas habrían sido llenadas y suscritas por un mismo puño y, el resultado electoral en todas ellas pasó a favorecer al candidato que finalmente fue ungido como ganador.
Señales de alarmas varias. O el registro de las capacitaciones en las “Escuelas Democráticas de las Izquierdas” donde se enseñaba como desconocer el voto ciudadano mediante la generación de elementos que invalidasen las actas si y solo sí estas benefician al contrario.
Tengamos presente que al populismo de izquierda desprecia la democracia, considera que sus usos y costumbres son una “pelotudeces”; por eso, inclusive, habiéndose legitimado un proceso que no contó con una auditoría internacional que certifica el resultado final gracias a la omisión propia de quien estuvo encargado de la presidencia de la república hasta el pasado 28 de julio.
En más de una oportunidad, algunos dirigentes del partido de gobierno han manifestado que se debe respetar la voluntad popular. Como si la ciudadanía les hubiese entregado un cheque en blanco o una indulgencia que favorezca la impunidad. A lo largo de nuestra historia, ningún presidente democrático ha ejercido el poder para hacer lo que le venga en gana; todos respetaron la Constitución y cualquier cambio lo hicieron respetando el mecanismo previamente establecido.
Así que, ¡alertas, demócratas!, un padrón que refleje la realidad es parte de la lucha para garantizar un futuro mejor para todos los peruanos.
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