¿Acaso piden cuarentena?

Algunos creen que vivimos en la vieja normalidad: los que visitan a sus amigos, los que se olvidaron de la mascarilla, los que causan disturbios. Hace unas noches los hinchas de la U celebraban con ruido su aniversario. Gracias, hinchas, quisieron fútbol, les dieron fútbol y chau futbol. El IPD suspendió las siguientes jornadas.

Cuando escribo esta columna leo de un repunte escabroso, que no es el “pequeño rebrote” de Cateriano sino una subida de 8,600 nuevos casos en un día y en una línea que no ve meseta ¿Ocurre porque la economía se abrió? No. Lo que hizo la crecida fue la creencia boba que abrir la economía es lo mismo que volver a la normalidad. La peste sigue allí, más grande, no hay normalidad, no la hay por más que escuches los motores de los autos y veas la calle repoblada. 

“Las fases están destinadas a la economía, no a tu divertimento” ¿Qué no entendiste de esa frase? No es reactivar tu vida social, ni visitar a pelo o pasarla de viajes y tragos o quitarte la mascarilla. Por si no lo sabes, estamos peor que en lo peor de mayo y las probabilidades de morir son mayores. Aquello de que en Wuhan morían los viejitos y no te importaba porque tienes veinte, es un fake. “Cuídate tú, bebé” es lo mismo que “preocúpate por ti” ¿No debería preocuparme por lo que haces porque lo que haces me contagia y yo contagio a otros?

¿Cuándo el gobierno preparará spots para esos que no entienden? Nueva normalidad, N-u-e-v-a. Decodifica, deletrea primero, entiende ¿Qué mensaje envía un famoso o famosa televisivo que entrevista a alguien muy cerca y sin mascarilla o que bailotea alegre no sabemos por qué? ¿No debería aprovechar su espacio para aconsejarle a su público sobre sanidad? ¿Sabe que transmitir una falsa seguridad puede costar vidas? Quizás haya quienes tengan acceso a medicinas, pero el grueso no tiene esos privilegios, debe correr, buscar, suplicar oxígeno y morir en la calle.

No hay vieja normalidad, esto es: colócate tu equipo de bioseguridad, trabaja según los protocolos, privilegia el zoom o el trabajo remoto si eres formal. Si eres emprendedor, supone que tomes medidas como la de aquellos mercadillos que colocan en sus puestos una barrera plastificada para interactuar. Hoy se contagian más en los reencuentros sociales que en los mercados. Si te subes a un bus haz lo que se te dice y si eres chofer no uses tu lata como una de atún. Sal por lo estrictamente necesario, y si es para tomarte un aire, que sea sin encuentros y con quienes cohabitas. No escupas, tose cubierto ¿Quieres que el Minsa coloque letreros en tu esquina? ¿Quieres cuarentena? Si la quieres, revienta Lima a bombazos y reencuéntrate con tu collera. Ok, sin cuarentena y a lo bestia, la inmunidad de rebaño al 60% o 70% llegará en diciembre. Es un cálculo a lo bruto si colaboras. Los que se guarden o se cuiden estarán seguros, pero es ambigua y trágica tu participación: podemos atribuirte a ti, festivo limeño, los 100 mil muertos que podríamos alcanzar.