Arturo Valverde
A la verdad, por la literatura o la ciencia
Dos opciones para entender nuestra historia reciente
La ciencia ocupa hoy en día un lugar central en el debate intelectual, tanto como en las mesas de nuestros hogares. Las opiniones de los biólogos, matemáticos y epidemiólogos, entre otros profesionales, además de contribuir a la formación de la opinión pública, nos permiten también comprender los fenómenos que afectan actualmente a la humanidad y que nos preocupan. En este contexto mundial, ¿dónde queda la literatura? ¿Qué aporte nos brinda para explicarnos los sucesos de relevancia mundial?
Sin desmerecer a una ni otra, pienso que la literatura nos brinda también la posibilidad de reflexionar sobre nuestra historia. Pienso en mi país, Perú. ¿Cómo explicamos la situación política, social y económica que actualmente vivimos? ¿Qué nos dice la ciencia y la literatura? En su obra La guerra y la paz, publicada en 1869, Tolstoi planteaba dos cuestiones para entender la historia; citaré solo dos párrafos:
La inteligencia humana no puede comprender la continuidad absoluta del movimiento. Las leyes de cualquier clase de movimiento no son comprensibles para el hombre, sino a condición de que este examine, separando arbitrariamente, las unidades de que esté compuesto. Pero al mismo tiempo, al aislar arbitrariamente y examinar por separado las unidades inseparables del movimiento continuo, se da lugar a la mayoría de errores humanos (…)
La comprensión de las leyes de ese avance es el objeto de la historia. Mas para comprender las leyes del movimiento continuo resultante de todos los actos volitivos de los hombres, la razón humana admite unidades arbitrarias separadas. El primer método histórico consiste en tomar de modo arbitrario una serie de acontecimientos ininterrumpidos y examinarlos separadamente de otros, cuando no hay ni puede haber principio de un acontecimiento, puesto que unos proceden de los otros, sin interrupción. El segundo método consiste en examinar los actos de un hombre, rey o caudillo, como resultantes de las voliciones de los hombres, siendo así que estas resultantes no se expresan nunca de la actividad de un personaje histórico, tomado aisladamente. (Tercera parte, del libro tercero).
Por motivos de espacio, haré algunos saltos en la historia. Cuando se publicaba La guerra y la paz apenas habían transcurrido dos años de la publicación de El capital de Karl Marx (1867); faltaban muchos años para que Albert Einstein publicara su teoría de la relatividad, a principios del siglo XX; y muchos años más para que se otorgara el premio nobel a Weiss, Thorne y Barish por su investigación sobre las ondas gravitacionales, en 2017.
Nadie puede dudar de que tanto las obras de Marx y Einstein influenciaron en la manera de comprender y estudiar la historia. Pero yo quisiera enfocarme en el estudio de las ondas gravitacionales de Weis, Thorne y Barish. No soy científico, pero quienes han tratado sobre este tema coinciden en explicar que la investigación contribuiría a seguir el hilo de Ariadna que nos lleve al momento del Big Bang. El hilo, en este caso, es la onda gravitacional, y una explosión tan enorme como aquella debería arrojar ondas de similar proporción.
Siguiendo el enfoque de Weis, Thorne y Barish, ¿a dónde nos conduciría ese hilo de Ariadna si intentáramos explicar la crisis que actualmente vive nuestro país? ¿Cuál fue nuestro Big Bang? No iré tan lejos, me basta con mirar estos últimos cinco años. Por otra parte, si tomáramos como referencia lo propuesto por Tolstoi para entender lo que aconteció en el siglo XIX, serían muchos los hechos políticos a considerar; en especial entre 2011 y 2021: la captura ideológica de algunas instituciones claves del sistema democrático, el ataque a los partidos políticos, el quiebre del orden constitucional, el recorte a la libertad de expresión, la imposición de un pensamiento único, y más.
Estas elecciones, nos brindan la oportunidad de detener la onda expansiva de la crisis política, social y económica que vivimos desde hace dos años, pero que a mi ver se inició en 2011, cuando elegimos el odio hacia la razón y el entendimiento. Por último, sea a través de la ciencia o la literatura, lo importante es que nunca dejemos de reflexionar sobre lo que sucede en nuestro país. El método para llegar a la verdad lo eligen ustedes.
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