Iván Arenas
A la comunidad internacional
Mienten quienes afirman que Pedro Castillo ha sido víctima de un golpe
El señor Pedro Castillo fue destituido de su cargo de Presidente de la República por una mayoría en el Congreso de la República, por haber dado un golpe de Estado y pretender instalar un régimen autocrático y dictatorial. Si bien ni las FF.AA. ni varios de sus propios ministros hicieron caso de semejante locura, el señor Castillo sí dio un golpe, según lo establecen las propias leyes enmarcadas dentro de la Constitución.
El señor Pedro Castillo no ha sido destituido por una mayoría en el Congreso por ser pobre, profesor rural o, como él suele decir, “ser del pueblo”. El señor Castillo fue destituido por ser golpista.
La señora Dina Boluarte es presidenta de acuerdo a la sucesión constitucional y republicana. La señora Boluarte no se confabuló con el Congreso ni con la oposición parlamentaria. La señora Boluarte ha sido electa en la misma plancha presidencial y le corresponde ser la presidenta legítima y legal del Perú.
Ni las FF.AA. ni el Congreso ni la señora Boluarte se han confabulado para dar un golpe de Estado al señor Castillo. Mienten de manera escandalosa aquellos que indican que Pedro Castillo ha sido víctima de un golpe. El único golpista es el señor Castillo.
El señor Castillo fue destituido con una mayoría de 101 congresistas de un total de 130, de los cuales solo seis se opusieron, otros se abstuvieron y algunos no asistieron. Una mayoría constituida por incluso congresistas de izquierda y del propio partido que llevó a Castillo a la presidencia. En otras palabras: hasta los propios congresistas de izquierda votaron por su salida por golpista.
El señor Castillo, es investigado por la Fiscal de la Nación por posibles delitos de corrupción y tiene 51 carpetas abiertas. Sin embargo, a pesar de las pruebas irrefutables de corrupción el señor Castillo no ha sido destituido por presunta corrupción sino porque dio un golpe de Estado.
El señor Castillo no fue amordazado, drogado o coaccionado para ejecutar el golpe de Estado, a pesar de que sus defensores han empleado estos argumentos. El señor Castillo estuvo en el uso de sus facultades cuando dio el golpe contra la democracia.
Los presidentes de Colombia, Bolivia y México –entre otros que corresponden a un claro sector ideológico– mienten cuando aseguran que Castillo fue destituido sin pruebas, que está secuestrado o que la presidenta Boluarte es una usurpadora.
El señor Castillo a pesar de todo el daño que ha hecho al Perú con su intento de romper la democracia, continúa llamado a la insurrección contra un Gobierno nacional constituido tanto legal como legítimamente.
El golpista Castillo intenta desarrollar un relato de victimización. No se debe caer en el juego.
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