Renatto Bautista
A Brasil le fue bien siendo un Imperio
Hoy tiene un rol protagónico, tanto en nuestra región como en el mundo
Brasil logró su independencia de la corona de Portugal en el año de 1822 de una manera no tan violenta como las naciones iberoamericanas se independizaron de la corona de España. ¿Por qué? La invasión francesa de Napoleón Bonaparte, realizada en el año 1807, sobre Portugal originó que la Dinastía de los Braganza –la entonces reina María I y su príncipe heredero el futuro Juan VI– huyeran hacia Río de Janeiro donde la corte real se instaló. Esto ocasionó que Brasil pasara de ser un montón de capitanías generales portugueses a ser un reino unido con Portugal.
En el sentido fáctico Río de Janeiro fue la capital de la monarquía portuguesa hasta la liberación de la Península Ibérica por los refuerzos británicos del general Wellington; pero eso es otra historia. Volviendo con el Brasil, murió la reina María I en el Brasil (1816), le sucedió en el trono su hijo Juan VI que regresó a Portugal por el triunfo de una revolución liberal en el año 182. Entonces Brasil quedó bajo la regencia del príncipe heredero Pedro, quien con inteligencia fue proclamado Emperador del Brasil el 12 de octubre de 1822. Fue coronado como Emperador constitucional el 1 de diciembre de 1822 en la bellísima Catedral de Nuestra Señora de del Monte Carmelo que se encuentra en Río de Janeiro.
El reinado del emperador Pedro I terminó el 17 de abril de 1831 cuando abdicó del trono brasileño porque ya no tuvo apoyos políticos. A eso se sumó la guerra civil en Portugal, donde su hermano menor, Miguel I, quería reinar en solitario en detrimento de la hija mayor de Pedro I, María II. Fue una nueva guerra civil entre conservadores versus liberales.
Volviendo con Brasil, la corona de la monarquía constitucional pasó a Pedro II (1825-1891), entonces un niño de seis años, quien en su largo reinado (interrumpido el 15 de noviembre de 1889 cuando triunfó un golpe de Estado de los militares que impusieron una República como venganza de los terratenientes a la proclamación de la emancipación de los esclavos) cimentó las bases del Estado brasileño. Estas bases se resumen en una expansión territorial hacia la selva amazónicam a expensas de sus vecinos, y una modernización del ejército brasileño que fue el primero en Sudamérica.
Indudablemente, Brasil tiene un rol protagónico, tanto en nuestra región como en el mundo, gracias a las bases establecidas por la monarquía constitucional que dio orden, paz y seguridad a este importante país del “nuevo mundo”.
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