Pedro Corzo
20 de mayo: patria y libertad
Un hecho histórico que debería enorgullecer a todos los cubanos
El 19 de mayo de 1895, hace 128 años, cayó en combate el apóstol José Martí, el gigante que organizó la Guerra Necesaria y que testimonió con la entrega de su vida, que todo pueblo oprimido tiene derecho a la rebelión. Siete años después se concretó la obra por la que dio su vida. Cuba accedió a la Independencia el 20 de mayo de 1902, 121 años atrás.
La independencia no satisfizo a todos, a pesar de los 30 años de lucha que protagonizó el pueblo cubano contra la metrópoli española, por la injusta Enmienda Platt que impuso Estados Unidos. Sin embargo, un día como este, todos deberíamos enarbolar en nuestras casas la enseña nacional como promueve el ex prisionero político Kemel Jamis, al igual que hacen los nacionales de otros países.
Mientras los ciudadanos de otras naciones comentan con orgullo el día de la Independencia Nacional, un número notable de cubanos guardan un discreto silencio ante este aniversario porque consideran, consciente o inconscientemente, que la Enmienda Platt lesionó el usufructo pleno de la soberanía nacional. Criterio que el Castrismo en su afán de destruir la República, impulsó de forma oficial.
La Enmienda, impuesta por Washington, en la Constitución de 1901, fue una condición inapelable para la proclamación de la República, mandato incomprensible de un antiguo aliado, no obstante, los ciudadanos y el país, disfrutaban de plenos derechos como cualquier otra nación independiente, lo que no ocurre en la Isla desde 1959. Esta enmienda, otorgaba a la Casa Blanca el derecho de intervenir en los asuntos internos del gobierno nacional. Una cláusula rechazada dignamente por la mayoría de los dirigentes de la época, mientras, Fidel Castro y sus acólitos moncadistas, se acogieron espontáneamente a las opresivas Enmiendas de la extinta Unión Soviética, a cambio de recursos necesarios para perpetuarse en el poder.
Bajo la URSS, Cuba quedó sometida por completo. La cúpula de la Revolución escribió en el preámbulo de la Constitución castrista de 1976 que, “Guiados por el marxismo leninismo…Apoyados: en el internacionalismo proletario, en la amistad fraternal y la cooperación de la Unión Soviética y otros países socialistas …a llevar adelante la Revolución triunfadora del Moncada y del Granma, de la Sierra y de Girón encabezada por Fidel Castro…”. Es difícil encontrar una carta magna en la que se rinda tributo a una nación extranjera ,como sucede en la primera constitución castrista en la que la URSS sustituye a Dios. Y que a la vez, se haga referencia a un líder en vida y en el poder, como fue el caso de Fidel Castro, dos abominaciones morales que empequeñecen cualquier otra mezquindad de nuestra historia nacional.
La nación en pleno quedó supeditada a Moscú, involucrándose en guerras imperiales al servicio de la hoz y el martillo. Las bases soviéticas como la de submarinos de Cienfuegos, las instalaciones de espionaje electrónico de Lourdes, los establecimientos militares que solo albergaban soldados extranjeros y como colofón el establecimiento de plataformas de misiles con capacidad nuclear, muestran como los hermanos Castro transfirieron el país a la Unión Soviética por ambiciones de poder, no por imposición.
Es injusto con nuestros patricios más insignes ignorar la concreción de sus esfuerzos. Fuimos una República y tuvimos como colofón un 20 de mayo del cual todos nos podemos sentir orgullosos, como dice nuestro himno nacional. La enmienda fue una onerosa realidad, nadie con sentido común debe negarlo. Una condición que afectó nuestro desempeño como nación, pero también sirvió para que algunos de nuestros políticos que siempre han gustado manipular o ser manipulados por intereses extranjeros, como Fidel Castro, depredaran la República y la Nación.
Nunca debemos olvidar que tuvimos una República plena durante 32 años, después que un gobierno provisional negociara con Washington, un nuevo acuerdo, pero,aun así muchos siguen viendo ese lastre de origen. La sumisión de Fidel Castro a la URSS convirtió la Isla en portaaviones de los intereses del Kremlin. Soldados cubanos fueron a combatir a las Guerras Soviéticas en África y Asia, en Naciones Unidas, Cuba al igual que Ucrania, fue otro obediente país soviético.
Nunca antes la soberanía nacional estuvo más sometida a una voluntad extranjera como bajo el totalitarismo castrista. Debemos reivindicar el 20 de mayo por la Nación, la República y por todos los mártires de nuestra historia.
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